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Cuando la sangre es blanca: la hiperlipidemia extrema y sus peligros ocultos

  • Foto del escritor: Redacción Qhali
    Redacción Qhali
  • 21 abr
  • 2 Min. de lectura
  • La hiperlipidemia extrema, una condición en la que los niveles de grasa en la sangre se disparan, puede hacer que esta adquiera un aspecto blanquecino y espeso.

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    Foto: Freepick
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    Foto: Composición Qhali

    La sangre humana normalmente tiene un color rojo intenso debido a la presencia de glóbulos rojos y oxígeno. Sin embargo, en casos extremos de hiperlipidemia, los niveles de grasas en el torrente sanguíneo pueden ser tan elevados que la sangre adquiere una apariencia blanquecina y espesa, lo que representa un riesgo grave para la salud.


    La hiperlipidemia extrema es una alteración en la que los niveles de colesterol y triglicéridos superan los límites normales, generando complicaciones cardiovasculares, pancreatitis aguda y, en casos severos, obstrucciones en la circulación sanguínea.


    ¿Qué causa la hiperlipidemia extrema?


    Existen varios factores que pueden desencadenar esta condición:

    • Predisposición genética: Algunas personas heredan una tendencia a producir niveles elevados de lípidos en la sangre, conocida como hiperlipidemia familiar.

    • Dieta alta en grasas saturadas y azúcares: Un consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, frituras y azúcares refinados contribuye a la acumulación de grasas en el torrente sanguíneo.

    • Sedentarismo: La falta de actividad física disminuye la capacidad del cuerpo para metabolizar las grasas de manera eficiente.

    • Enfermedades subyacentes: Diabetes, hipotiroidismo y enfermedades hepáticas pueden aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos.

    • Consumo de alcohol y ciertos medicamentos: Algunos fármacos, como los corticosteroides y los anticonceptivos orales, pueden alterar el metabolismo de los lípidos.


    Síntomas y riesgos de la sangre blanca


    En sus etapas iniciales, la hiperlipidemia extrema puede no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, a medida que los niveles de grasa en la sangre aumentan, pueden aparecer señales como:


    • Xantomas (depósitos de grasa en la piel, especialmente en los párpados y codos).

    • Dolor abdominal intenso, que puede indicar una pancreatitis aguda.

    • Fatiga y dificultad para concentrarse debido a la mala circulación sanguínea.

    • Problemas cardiovasculares como hipertensión, infartos o accidentes cerebrovasculares.


    El doctor Carlos Rivera, cardiólogo peruano del Instituto Nacional de Salud (INS), advierte que "la hiperlipidemia extrema es un enemigo silencioso. Muchas personas no saben que tienen niveles peligrosos de triglicéridos hasta que sufren una complicación grave como una pancreatitis o un infarto".


    ¿Cómo se diagnostica y trata esta condición?


    El diagnóstico de la hiperlipidemia se realiza a través de un perfil lipídico, un examen de sangre que mide los niveles de colesterol total, colesterol LDL (malo), colesterol HDL (bueno) y triglicéridos.

    El tratamiento depende de la gravedad del caso y puede incluir:

    • Cambios en la alimentación: Reducir el consumo de grasas saturadas, azúcares y alcohol, aumentando la ingesta de fibra y grasas saludables como las del pescado, aguacate y frutos secos.

    • Ejercicio regular: Realizar actividad física al menos 150 minutos por semana para mejorar la metabolización de los lípidos.

    • Medicación: En casos severos, se pueden recetar fármacos como estatinas o fibratos para reducir los niveles de lípidos en la sangre.

    • Control médico periódico: Es fundamental realizar chequeos regulares para monitorear los niveles de colesterol y triglicéridos.


    Aunque la hiperlipidemia extrema no siempre presenta síntomas inmediatos, sus efectos pueden ser devastadores si no se controla a tiempo. Un estilo de vida saludable, chequeos médicos regulares y, en algunos casos, tratamiento farmacológico pueden marcar la diferencia en la prevención de enfermedades graves.

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