Síntomas de la tos ferina y todo lo que debes saber de esta enfermedad pulmonar
- Laura Espinoza

- 7 jul
- 5 Min. de lectura
Respondemos las preguntas más comunes sobre la tos ferina y el brote que se está viviendo en el país.

Perú atraviesa en 2025 uno de los brotes más graves de tos ferina registrados en los últimos diez años. Hasta junio, se han contabilizado más de 1,000 casos entre confirmados y probables, junto con al menos 16 fallecimientos, según cifras oficiales del Ministerio de Salud. La región más afectada es Loreto, en particular la provincia del Datem del Marañón, donde se han reportado más de 700 contagios y una docena de muertes, lo que evidencia la vulnerabilidad de las zonas rurales y de difícil acceso.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) también ha advertido sobre la magnitud del problema: entre las semanas epidemiológicas 1 y 21 del presente año, se han notificado 722 casos en Perú, cifra que representa el mayor incremento desde 2013. Este aumento coincide con una disminución preocupante en la cobertura de vacunación infantil, sumado a la fragilidad de las estrategias de salud en territorios amazónicos.
Ante la emergencia, el Ministerio de Salud ha intensificado sus acciones, aplicando casi un millón de vacunas contra la tos ferina a niños y mujeres gestantes, además de enviar brigadas de vacunación a las comunidades más expuestas. Sin embargo, expertos alertan que aún existen brechas significativas, sobre todo en menores de un año y en poblaciones aisladas, lo que podría dificultar el control del brote en el corto plazo.
Por ello, para contextualizar sobre el problema, Qhali conversó con Fátima Ortega neumóloga de la Clínica Ricardo Palma, quien nos ayuda a resolver las preguntas más comunes sobre la tos ferina.
¿Qué es la tosferina?
La tosferina es una enfermedad infectocontagiosa aguda que afecta al aparato respiratorio. Está causada por una bacteria llamada Bordetella pertussis, la cual ingresa a la vía aérea a través de la inhalación de gotitas de saliva emitidas por personas infectadas.
¿Cuáles son los síntomas de la tosferina?
Inicialmente, la bacteria pasa por un periodo de incubación de una o dos semanas sin síntomas notables. Luego se presenta una fase catarral de dos semanas con síntomas similares a los de una gripe: congestión nasal, estornudos, febrícula, lagrimeo y una tos seca e irritativa, especialmente nocturna. Después viene la fase paroxística, donde la tos se intensifica y se presenta en ataques o "quintas", acompañados de náuseas, vómitos, dolor en el pecho, congestión facial, dificultad respiratoria y un sonido característico llamado estridor. Esta fase puede durar de cuatro a seis semanas, y luego aparece una etapa de recuperación donde los síntomas van disminuyendo.
¿Cómo se contagia la tosferina?
El contagio se produce principalmente por contacto directo con una persona infectada, especialmente cuando esta tose o habla, liberando gotitas de saliva que contienen la bacteria.
¿En qué etapa es más contagiosa la tos ferina?
La tos ferina es más contagiosa durante su fase inicial, conocida como fase catarral, que ocurre en la primera o segunda semana después del contagio. En este periodo, los síntomas son leves y se asemejan a los de un resfriado común: congestión nasal, estornudos, fiebre baja y una tos seca poco intensa. Es precisamente en esta etapa cuando la persona puede transmitir más fácilmente la bacteria Bordetella pertussis a través de pequeñas gotas de saliva al toser, estornudar o hablar, muchas veces sin saber que está enferma.
A medida que la enfermedad progresa y los síntomas se intensifican, el riesgo de contagio disminuye, especialmente si ya se ha iniciado el tratamiento con antibióticos. Sin embargo, sin tratamiento, una persona puede seguir siendo contagiosa durante tres semanas o más después del inicio de la tos intensa.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar tosferina?
El principal factor de riesgo es no estar vacunado. La vacuna contra la tosferina es gratuita y está incluida en el esquema nacional desde los dos meses de edad. También se recomienda vacunar a adultos mayores y mujeres embarazadas en el tercer trimestre.Otros factores de riesgo incluyen tener el sistema inmune comprometido (por enfermedades como diabetes, afecciones renales o respiratorias) y la desnutrición infantil.
¿Pueden quedar secuelas luego de la enfermedad?
Sí, dependiendo de la severidad. En algunos casos puede haber consecuencias respiratorias como hiperreactividad bronquial, y en situaciones más graves, alteraciones neurológicas como hemorragias intracraneales o problemas de conciencia.
¿Existe posibilidad de reinfección o genera inmunidad?
Generalmente, después de una infección se producen anticuerpos que protegen de una reinfección. Estos anticuerpos son lo que busca generar la vacunación, creando una defensa anticipada en caso de exposición al virus.
¿Cuál es el tratamiento de la tos ferina?
1. Antibióticos
Se utiliza principalmente azitromicina, claritromicina o eritromicina, dependiendo de la edad y tolerancia del paciente.
Son más eficaces si se administran durante las primeras etapas de la enfermedad (fase catarral), aunque también se usan para reducir la transmisión en fases más avanzadas.
2. Tratamiento sintomático
No existen medicamentos específicos para eliminar la tos, pero se pueden emplear:
Antipiréticos (como paracetamol) para la fiebre.
Hidratación constante y reposo.
Oxígeno y tratamientos respiratorios en casos graves.
En lactantes o casos complicados, puede ser necesario hospitalización.
3. Aislamiento del paciente
Es fundamental evitar el contacto cercano con otras personas, especialmente bebés, embarazadas o inmunocomprometidos.
Se recomienda uso de mascarilla y aislamiento por al menos 5 días desde el inicio del antibiótico.
¿Qué hacer si presento síntomas de tos ferina?
Si alguien tiene tos persistente, dificultad respiratoria y estridor, debe acudir de inmediato a un centro de salud o consultar con un especialista (neumólogo pediatra o de adultos).El tratamiento incluye antibióticos para eliminar la bacteria y medicamentos para aliviar los síntomas. Es clave también el uso de mascarilla para evitar contagiar a otros.
¿Cuál es el esquema de vacunación de la tos ferina?
En Perú, la vacuna contra la tos ferina forma parte del Esquema Nacional de Vacunación y se administra principalmente a través de dos presentaciones: la pentavalente (DTP-HepB-Hib) en niños pequeños y la Tdap (tos ferina, difteria y tétanos acelular) en adolescentes, adultos y embarazadas. El esquema es el siguiente:
Para niños menores de 5 años (vacuna pentavalente):
Primera dosis: a los 2 meses de edad
Segunda dosis: a los 4 meses
Tercera dosis: a los 6 meses
Refuerzo 1: a los 18 meses
Refuerzo 2: a los 4 años
Para gestantes:
Una dosis de Tdap en cada embarazo, preferiblemente entre las 27 y 36 semanas de gestación, para proteger al bebé en sus primeros meses de vida.
Para adolescentes y adultos:
Tdap de refuerzo cada 10 años, especialmente si no han sido vacunados antes o si no completaron el esquema.
La vacunación es gratuita y está disponible en todos los centros de salud del Ministerio de Salud del Perú. Cumplir con este esquema es crucial para evitar brotes, proteger a los más vulnerables y reducir la mortalidad infantil por esta enfermedad prevenible.
¿Se puede vacunar a un niño si ya tuvo tos ferina?
Sí, un niño que ya tuvo tos ferina puede y debe completar su esquema de vacunación. Aunque la infección natural genera una respuesta inmunológica, esta no garantiza una protección duradera ni tan efectiva como la que ofrece la vacunación.
¿Cómo se diferencia la tosferina del COVID u otras infecciones respiratorias?
En su fase inicial, la tosferina puede parecerse mucho al COVID o a una influenza. Sin embargo, si los síntomas se extienden más allá de dos semanas y la tos empeora, se debe sospechar de tosferina.Una gripe común suele durar entre cinco y siete días, por lo que una tos persistente más allá de ese periodo debe evaluarse clínicamente.
¿Qué recomendaciones finales daría para prevenir la enfermedad?
La prevención comienza con la vacunación, tanto en niños como en adultos y embarazadas. Además, se recomienda continuar con prácticas aprendidas durante la pandemia: lavado frecuente de manos, uso de mascarilla en espacios concurridos y cubrirse al toser. La vacunación es la primera línea de defensa, pero la higiene y la responsabilidad social también son fundamentales.
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