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Estrategias y consejos para tratar el trauma en la adultez joven

  • Foto del escritor: Laura Espinoza
    Laura Espinoza
  • hace 4 horas
  • 4 Min. de lectura
  • Hay traumas que se construyen durante la adultez joven, por ello es importante identificarlos y poder tratarlos adecuadamente.

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Foto: Unsplash



Aunque muchas veces se asocia el trauma con experiencias de la infancia o situaciones extremas, lo cierto es que también puede desarrollarse o manifestarse con fuerza en la adultez joven, una etapa marcada por la transición, la incertidumbre y la presión social. Según datos del National Institute of Mental Health (NIMH), aproximadamente el 60% de los adultos jóvenes en el mundo han experimentado al menos un evento traumático significativo, y en América Latina, esta cifra es aún más alta debido a factores como la violencia, la inestabilidad económica y la falta de acceso a servicios de salud mental.


En el Perú, un estudio del Instituto Nacional de Salud Mental (2023) reveló que 4 de cada 10 jóvenes entre 18 y 30 años presenta síntomas relacionados con estrés postraumático, ansiedad o depresión derivados de eventos traumáticos no tratados. Esta etapa de la vida, en la que muchas personas buscan independencia económica, estabilidad emocional o consolidar su identidad, puede volverse especialmente vulnerable cuando el trauma no es reconocido ni abordado adecuadamente.


Para contextualizar sobre el tema Qhali conversó con Maria Alejandra Parodi psicológica clínica de menteconsciente_pe, quien nos brindó consejos y estrategias para tratar el trauma.

"Un evento traumático implica una experiencia donde la persona ha presenciado alguna muerte; alguna amenaza de muerte, algo que pueda estar causando un serio daño físico tal vez, tanto a ellos, como a otra persona o una situación que puede amenazar su integridad.", explica la psicóloga.

Efectos que puede causar los eventos traumáticos


Parodi nos menciona algunos efectos que puede causar el evento traumático en la salud mental de las personas:


  • Cambia la percepción de la realidad y el procesamiento de la información, volviéndose sesgado.

  • Aparecen intrusiones de pensamiento, como flashbacks del evento traumático.

  • Se evita exponerse a situaciones que puedan generar ansiedad o que se asocien al evento traumático.

  • Aumenta la reactividad emocional: hay impulsividad ante estímulos que actúan como detonantes (triggers).

  • Se presentan alteraciones en el estado de ánimo, como depresión, vergüenza, culpa o ira.

  • El cerebro puede activar mecanismos de defensa que bloquean el recuerdo del evento, dificultando su recuerdo completo.


“El trauma puede ocurrir en cualquier momento de la vida. No importa si es un accidente, un abuso o una experiencia que amenaza la integridad; lo que lo convierte en trauma es el impacto emocional que deja y cómo distorsiona nuestra forma de pensar y actuar.”

¿Cómo se manifiesta un trauma no resuelto en personas de entre 20 y 35 años?


Se puede manifestar de diferentes formas:


  • Puede generar inseguridades profundas y falta de confianza tanto en uno mismo como en los demás.

  • Se desarrollan creencias negativas como:

    • “El mundo es peligroso”

    • “Las personas quieren hacerme daño”

    • “El mundo está en mi contra”

  • Experiencias como abuso familiar o bullying en la niñez pueden dejar una autoimagen muy negativa.

  • Se construye una autovaloración infravalorada, basada en eventos traumáticos repetitivos (trauma complejo).

  • La mente se enfoca en lo negativo y se hace difícil confiar en las propias capacidades.

  • Puede haber una falta de herramientas emocionales o desconocimiento de las que sí se tienen.

  • Se desarrollan creencias arraigadas como:

    • “No soy suficiente”

    • “Todo lo que hago está mal”

    • “Nadie me quiere”

    • Se comienza a tener dificultad para hacer amigos

    • Miedo al postular a un trabajo

    • Inseguridad al iniciar una relación


Estrategias y consejos para tratar el trauma en la adultez joven


Importancia de abordar el trauma no resuelto

  • Las creencias negativas generadas por el trauma pueden perjudicar seriamente la calidad de vida.

  • El trauma no tratado puede llevar a perder oportunidades valiosas en lo personal, social y profesional.

  • Puede generar altos niveles de ansiedad, incluyendo ataques de ansiedad ante recuerdos o situaciones que evocan el evento traumático.

  • Exponerse a estos recuerdos o situaciones similares puede desencadenar crisis emocionales.

  • Si no se trata, es difícil que la persona desarrolle confianza en sí misma y habilidades para avanzar.

  • Un trauma no resuelto impide construir un futuro con tranquilidad y bienestar emocional.

  • El sufrimiento causado por el trauma puede volverse crónico si no se interviene a tiempo.


La estrategia más recomendada para superar un trauma es iniciar un proceso terapéutico, ya que permite reestructurar la forma en que pensamos e interpretamos nuestra vida. El trauma nubla todo: distorsiona cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo percibimos el mundo. Si no se transforman esas creencias centrales —como 'el mundo es peligroso' o 'yo no valgo nada'— todas nuestras decisiones y objetivos seguirán condicionados por el miedo o la inseguridad. La terapia ayuda precisamente a cambiar esa filosofía de vida.”


Cabe resaltar que es importante entender que el trauma no es una experiencia uniforme: existen distintos niveles de complejidad. Por ejemplo, hay traumas que ocurren una sola vez y que son eventos casuales, fuera del control de las personas, como un accidente de tránsito o un desastre natural. Aunque generan un gran impacto emocional, en muchos casos pueden permitir una recuperación más rápida.


Sin embargo, el panorama cambia cuando el trauma es provocado por una acción dirigida hacia la persona, como una agresión física o sexual. Este tipo de experiencias suelen ser más difíciles de tratar, especialmente cuando ocurren de forma repetitiva a lo largo del tiempo. En esos casos, hablamos de un trauma complejo.


Mientras que en eventos puntuales como un accidente puede predominar la ansiedad o el miedo a que vuelva a suceder, en los traumas complejos —como el abuso prolongado— se produce un cambio profundo en la autovaloración, la percepción del mundo y la filosofía de vida de la persona. No se trata solo de recuperar la calma, sino de reconstruir la forma en que se relaciona consigo misma y con su entorno.

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