¿Cómo dejar de preocuparse por lo que no puedes controlar?
- Redacción Qhali
- hace 5 días
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Preocuparse por lo que no puedes controlar solo agota tu mente; enfócate en lo que sí puedes cambiar.

Sentirse abrumado por situaciones fuera de nuestro control es una experiencia común, pero cuando se convierte en una constante, puede afectar gravemente nuestra salud mental. Y en Perú, esta preocupación crónica tiene cifras concretas.
Según el Ministerio de Salud (Minsa), entre enero y septiembre de 2024 se registraron 1,333,930 casos de trastornos mentales y problemas psicosociales en todo el país. La ansiedad y la depresión figuran entre las afecciones más comunes. Además, un estudio de Ipsos reveló que el 71 % de los peruanos ha experimentado niveles de estrés que impactan su vida diaria, y un 74 % sintió que su estrés los sobrepasaba al punto de no poder lidiar con las cosas.
Este contexto deja claro que aprender a gestionar lo que escapa de nuestras manos no es solo un acto de salud emocional, sino también una forma de proteger nuestro bienestar general.
¿Por qué nos preocupamos por lo que no podemos controlar?
La tendencia a preocuparnos por lo incontrolable está profundamente enraizada en nuestra psicología. la ansiedad y la preocupación fueron mecanismos adaptativos en la evolución humana para anticipar peligros y sobrevivir. Sin embargo, en la vida moderna, esta función puede volverse contraproducente.
El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) explica que muchas personas tienen baja tolerancia a la incertidumbre, lo que las lleva a preocuparse excesivamente como un intento de controlar lo impredecible, aunque esto rara vez funcione. Esta preocupación desmedida también puede ser un síntoma de trastorno de ansiedad generalizada, donde la ansiedad es crónica y no proporcional a la realidad.
Por otro lado, se identifica a la catastrofización como un patrón común en quienes se preocupan demasiado: anticipan los peores escenarios, aunque sean poco probables, lo que alimenta su ansiedad y dificulta el manejo efectivo de situaciones inciertas.
Consejos para dejar de preocuparte por lo que no puedes controlar
Desde el portal web Psychology Today, estos son los seis consejos más importantes:
Reconoce lo que está en tus manos: En lugar de gastar energía en lo que no puedes cambiar, identifica qué aspectos sí dependen de ti. Por ejemplo, no puedes evitar una tormenta, pero sí puedes prepararte para ella. Enfocar tu atención en tus reacciones y acciones te hace más efectivo y reduce la sensación de impotencia.
Diferencia entre preocupación y solución: Pensar en soluciones concretas es útil, pero darle vueltas a los problemas sin avanzar solo genera estrés. Si te descubres rumiando sin actuar, cambia de actividad para despejar tu mente y volver con energía renovada.
Enfrenta tus miedos con realismo: Pregúntate qué es lo peor que podría pasar y si realmente sería tan terrible. Muchas veces imaginamos catástrofes que no se concretan. Reconocer tu capacidad para afrontar dificultades te empodera y calma la ansiedad.
Establece límites saludables: Aprende a decir “no” y prioriza tu bienestar emocional. Evita asumir responsabilidades que no te corresponden o que te sobrecargan, y enfócate en lo que realmente puedes manejar.
Practica el autocuidado: El estrés se combate también con hábitos saludables: ejercicio regular, alimentación balanceada, descanso adecuado y actividades que disfrutes ayudan a fortalecer tu salud mental y física.
Busca apoyo profesional cuando lo necesites: Si la preocupación constante afecta tu día a día, no dudes en acudir a un psicólogo o terapeuta. La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, es efectiva para modificar patrones negativos de pensamiento y recuperar el control emocional.
Aprender a soltar lo que no podemos controlar no es sencillo, pero es fundamental para cuidar nuestra salud mental. Al enfocarnos en lo que sí depende de nosotros y desarrollar estrategias sanas para manejar el estrés, podemos vivir con más tranquilidad y bienestar.