Fallecimiento del Papa Francisco: ¿Qué es un accidente cerebrovascular y por qué puede ser mortal? Neurólogo responde
- Jhostin Jorge Cartolin
- 24 abr
- 3 Min. de lectura
El accidente cerebrovascular es una emergencia médica que requiere atención inmediata para evitar la muerte y discapacidades graves.

El mundo aún digiere la repentina muerte del papa Francisco el 21 de abril del 2025, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, a la edad de 88 años. Según el informe oficial del Vaticano, el pontífice falleció producto de un accidente cerebrovascular hemorrágico, que lo llevó a un coma profundo y, finalmente, a un colapso cardiorrespiratorio irreversible. Este desenlace ocurrió tras complicaciones por una insuficiencia respiratoria aguda causada por neumonía bilateral multimicrobiana, además de antecedentes de bronquiectasias, hipertensión arterial y diabetes tipo II.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el accidente cerebrovascular (ACV) es un problema de salud pública, siendo la segunda causa de muerte a nivel global, la principal causa de invalidez y la segunda causa de demencia después del Alzheimer. Cada año, 15 millones de personas en el mundo sufren un ACV; de ellas, 5 millones fallecen y otros 5 millones quedan con discapacidad permanente.
Para entender mejor sobre el tema y cuándo podría representar un problema de salud, Qhali conversó con el doctor Miguel Galeano, neuropsicólogo de la Clínica San Juan de Dios.
“Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando se interrumpe o se reduce el flujo de sangre hacia una parte del cerebro”, explica Galeano. Esta obstrucción puede deberse a coágulos o acumulación de grasa en los vasos sanguíneos, y sus consecuencias pueden ser mortales si no se actúa a tiempo.
El especialista detalla que existen tres tipos principales:
ACV isquémico: Es el más común. Se da cuando un vaso sanguíneo se obstruye y bloquea el paso de sangre al cerebro.
ACV hemorrágico: Ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe y se produce una hemorragia cerebral. Suele estar vinculado a presión arterial alta.
Accidente isquémico transitorio: Se conoce como un “mini ACV” porque los síntomas duran poco tiempo y no dejan secuelas permanentes, pero son una señal de alerta.
¿Cuáles son los síntomas de un accidente cerebrovascular?
Según Galeano, reconocer a tiempo un ACV puede salvar vidas.
“Hay que observar el rostro: si se le pide a la persona que sonría y un lado de la cara cae, es una señal clara. También se puede pedir que levante los brazos: si uno queda más bajo o no lo puede mover, es otro síntoma. Y al hablar, si arrastra las palabras o no puede pronunciar bien, es una emergencia”, advierte.
La rapidez de la reacción es clave. En estos casos, no se debe esperar ni automedicarse. “Hay que llevar a la persona al hospital o llamar a emergencias de inmediato. Cada minuto cuenta”, recalca.
¿Qué lo provoca y quiénes están en mayor riesgo?
Aunque puede presentarse en cualquier edad, el ACV es más frecuente en adultos mayores, especialmente si hay enfermedades crónicas de fondo como la diabetes o la hipertensión.
“El estilo de vida que llevamos desde jóvenes también influye. El exceso de grasas, la falta de sueño, el estrés constante y el consumo de alcohol deterioran el sistema poco a poco. A partir de los 40 años comienzan a presentarse los micro infartos cerebrales, que muchas veces pasan desapercibidos”, explica el experto.
En el caso de un accidente cerebrovascular, el tiempo lo es todo. Recibir atención médica de inmediato puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
“Muchas veces, cuando la persona vive sola y nadie detecta a tiempo los síntomas, ya es demasiado tarde. Si el infarto cerebral avanza, puede dañar zonas clave del cerebro o reventar una vena, y ahí es mortal”, advierte el especialista.
Pero incluso si se sobrevive, las secuelas pueden ser muy graves. Dependiendo del área del cerebro afectada, una persona puede enfrentar desde pérdida de memoria, dificultades para hablar, problemas de concentración o movilidad, hasta cuadros de depresión.
“Hay pacientes que no pueden volver a estudiar o trabajar porque no logran recordar cosas simples. Si el ACV fue grave y no se actuó a tiempo, las secuelas pueden ser irreversibles”, señala.
¿El ACV se puede prevenir?
Aunque no siempre es posible evitar un accidente cerebrovascular, sí se pueden reducir significativamente las probabilidades manteniendo una buena salud cardiovascular; controlar la presión arterial, llevar una dieta balanceada, hacer actividad física con regularidad, monitorear la glucosa y acudir a chequeos médicos periódicos.
“El ACV no avisa, pero sí se puede prevenir. El estilo de vida que llevamos desde jóvenes influye mucho en el riesgo que tendremos al envejecer. Cuidar el corazón es importante, pero cuidar el cerebro es igual de vital”, concluye el doctor Miguel Galeano.
La muerte del papa Francisco pone sobre la mesa una conversación urgente. Un accidente cerebrovascular puede terminar con una vida en cuestión de minutos. Reconocer los síntomas a tiempo y buscar atención médica inmediata puede marcar la diferencia entre vivir, morir o quedar con secuelas irreversibles.
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