¿Qué es la hipertricosis? La extraña condición que cubre el cuerpo de vello
- Redacción Qhali
- 17 jun
- 3 Min. de lectura
Un crecimiento anormal del vello corporal puede marcar la vida de quienes lo padecen. Pero algunos, como Lalit Patidar, encuentran en la diferencia una oportunidad para inspirar.


Lalit Patidar, un joven de 18 años oriundo de la India, ha sido reconocido por el Récord Guinness como la persona con el rostro más cubierto de vello en el mundo. Su caso ha devuelto la atención sobre una extraña condición médica conocida como hipertricosis, caracterizada por un desarrollo excesivo de pelo en zonas inusuales del cuerpo.
Patidar fue diagnosticado a los seis años con hipertricosis congénita generalizada, una forma muy poco común de esta condición. Su rostro está cubierto en un 95% y se calcula que posee más de 200 pelos por centímetro cuadrado. Este rasgo, que podría haber sido motivo de aislamiento, se convirtió en su sello distintivo. Hoy suma más de 265 mil seguidores en Instagram y supera los 100 mil suscriptores en YouTube, donde comparte su día a día.
¿Qué es la hipertricosis?
La hipertricosis puede presentarse desde el nacimiento o desarrollarse más adelante en la vida. Afecta a hombres y mujeres por igual, y se distingue del hirsutismo, una condición que solo se presenta en mujeres y se asocia con alteraciones hormonales.
"La forma congénita generalizada implica un crecimiento excesivo de vello en todo el cuerpo, incluso en zonas donde normalmente no aparece, tanto en cantidad como en grosor", explica la dermatóloga Viviana Leiro, jefa del servicio en el Hospital Muñiz de Argentina citado por el portal web Infobae. Este tipo de hipertricosis suele estar relacionada con errores genéticos en el desarrollo del folículo piloso.
Tipos y causas
Según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH), la hipertricosis puede clasificarse según:
Distribución: generalizada o localizada
Edad de aparición: congénita o adquirida
Tipo de vello: lanugo, velloso o terminal
Entre las formas más raras están la hipertricosis lanuginosa congénita, el síndrome de Ambras, y la hipertricosis universal congénita.
En los casos adquiridos, pueden influir:
Medicamentos (como corticosteroides, anticonvulsivos o inmunosupresores)
Trastornos médicos (hipotiroidismo juvenil, VIH avanzado, desnutrición)
Factores mecánicos (fricción o cicatrices)
Sustancias químicas (análogos de prostaglandinas)
Enfermedades sistémicas (porfiria cutánea, síndromes hereditarios raros)
Una variante llamativa es la hipertricosis lanuginosa adquirida, que puede actuar como marcador paraneoplásico, es decir, como una señal temprana de ciertos tipos de cáncer.
¿Cómo se detecta y trata?
El diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen físico. Diferenciarla del hirsutismo es esencial para un tratamiento adecuado. En casos congénitos, el vello suele mantenerse de por vida, mientras que en formas adquiridas puede reducirse si se trata la causa subyacente.
Entre las alternativas para controlar el crecimiento están:
Depilación láser
Electrólisis (destrucción permanente del folículo piloso)
Cremas depilatorias con tioglicolato de calcio o sulfato de bario
No obstante, como advierte la dermatóloga Leiro, el impacto emocional puede ser tan fuerte como el físico. "Se trata de una enfermedad con consecuencias psicosociales. El tratamiento, además de cosmético, debe considerar la salud mental del paciente, que muchas veces sufre discriminación o baja autoestima", señala.
Una historia de aceptación y resiliencia
Durante su infancia, Lalit Patidar fue blanco de burlas. Algunos lo apodaban "niño mono" y otros le temían. Sin embargo, con el tiempo logró que lo vieran más allá de su apariencia. "Tenían miedo hasta que me conocían y veían que era como ellos. Solo luzco diferente", contó en una entrevista con Daily Star.
Su historia recuerda a la de Supatra "Natty" Susuphan, una joven tailandesa que también fue reconocida por el Guinness en 2010 como la chica con más vello en el rostro por una condición genética similar. Al igual que Lalit, Natty eligió aceptarse y vivir con orgullo.
Hoy, Patidar asiste a la escuela, ayuda en la granja familiar y, sobre todo, ha encontrado una pasión: crear contenido en redes sociales. Con cada video, no solo visibiliza una condición médica poco conocida, sino que también rompe prejuicios y muestra que la diferencia no tiene por qué ser un obstáculo.
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