¿Sigues tirando la cáscara de mango? Conoce sus sorprendentes beneficios

• Experta revela que la cáscara de mango, comúnmente desechada, tiene propiedades muy beneficiosas para tu salud

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Cuando se te antoja un mango, seguro lo pelas y disfrutas la dulce pulpa. Es lo que todos hacemos normalmente, sin pensar que la cáscara también forma parte de la fruta. Aunque muchos la desechan, en realidad contiene elementos que pueden ser beneficiosos para la salud.

Salge Blake, profesora de la Universidad de Boston, señaló a National Geographic que la cáscara de mango es una buena fuente de pectina, una fibra soluble viscosa que reduce el colesterol malo y ralentiza el vaciado gástrico, demostrando que incluso la parte que solemos desechar aporta nutrientes importantes al organismo.

¿Qué beneficios tiene la CÁSCARA de mango?

Según Blake, la cáscara de mango es rica en vitamina C, carotenoides, fibra y otros antioxidantes que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y proteger al organismo del daño de los radicales libres.

Además, señala que “es una buena fuente de pectina, una fibra soluble viscosa que reduce los niveles de colesterol y ralentiza el vaciado gástrico para que se sienta lleno por más tiempo”. Esto demuestra que incluso la cáscara tiene un valor nutricional significativo.

Consumir la cáscara de mango puede mejorar la digestión, favorecer la regulación del azúcar en sangre y contribuir a la prevención de enfermedades crónicas. Se puede aprovechar en batidos, té o infusiones, integrando sus propiedades de manera práctica a la alimentación diaria.

Precauciones a considerar

Aunque la cáscara de mango tiene muchos beneficios, es importante tener precaución. Algunas personas pueden ser alérgicas a los compuestos presentes en la cáscara y experimentar reacciones adversas leves o moderadas.

Entre los posibles síntomas se incluyen sarpullido, picazón en la boca o garganta, e hinchazón de los labios, la cara o los ojos. Estos signos indican que el organismo podría reaccionar negativamente a la cáscara del fruto.

Por ello, es recomendable probarla en pequeñas cantidades al principio. Kazaks Alexandra Kazaks, consultora de investigación de salud y ciencias de la nutrición, advierte que se debe proceder lentamente para asegurarse de que no haya reacción alérgica.

¿Cómo comer la cáscara de mango?

Jackie Newgent, autor de The Plant-Based Diabetes Cookbook, recomienda dos formas de aprovechar la cáscara del mango:

1. Cruda: Puedes cortar el mango en pedazos y comerlo junto con la piel, disfrutando todos sus nutrientes. Esta forma conserva todas las vitaminas, antioxidantes y fibra de la fruta, y es ideal para añadir a ensaladas, batidos o simplemente como snack saludable.

2. Cocinada: Para equilibrar su sabor ligeramente amargo, se puede añadir la cáscara a un salteado o plato cocinado junto con la pulpa dulce del mango. Al cocinarla, se suaviza su textura y se integran mejor los sabores, convirtiéndola en un ingrediente versátil para diferentes recetas.