top of page

Amistades en pausa: cuando siempre hay una excusa para no vernos

  • Algunas amistades se mantienen en pausa bajo la ilusión de un encuentro que nunca llega. Detrás de esas frases de cortesía puede esconderse miedo, evasión o una desconexión emocional que no se quiere enfrentar.


    Amistades en pausa: cuando siempre hay una excusa para no vernos
    FreePik

Seguramente ha dicho o escuchado la siguiente frase: “¡A ver cuándo quedamos!”. Una frase tan común como vacía hoy en día. Da la impresión de ser amable e ilusionante. Pero con el tiempo, quienes la escuchan pueden reconocer que, en realidad, significa todo lo contrario: no hay una intención real de verse. Y el problema no siempre es la falta de tiempo, sino de prioridad.


Laura Vanderkam, autora del libro 168 horas: Tienes más tiempo del que crees, sostiene que no es que estemos demasiado ocupados, sino que muchas personas no saben bien en qué gastan sus horas.


“Dedicamos enormes cantidades de tiempo a cosas —ver televisión, navegar por internet, hacer tareas domésticas, mandados— que nos brindan un pequeño placer o una sensación de logro, pero que aportan muy poco a nuestras carreras, familias o vidas personales”, escribe Laura Vanderkam, reconocida escritora estadounidense, en su libro 168 horas: Tienes más tiempo del que crees.

 

Cuando la amistad se vuelve una promesa vacía


En la actualidad, las relaciones sentimentales ya han normalizado el ghosting (desaparecer sin avisar), las amistades parecen replicar ese mismo patrón con una fórmula distinta: decir que sí… para luego nunca concretar. La psicóloga Claudia Nicolasa, autora del libro Es manipulación y no lo sabes, lo define como una conducta aceptada socialmente que ayuda a evitar el conflicto momentáneo.


“Socialmente, se considera más aceptable expresar el deseo de verse, aunque no sea sincero, que confrontar la realidad de que no existe intención o disposición para ese encuentro. Para muchas personas, decir “tenemos que vernos” o “a ver cuándo quedamos” funciona como una fórmula de cortesía casi automática, para cerrar conversaciones o encuentros sin generar incomodidad o sensación de rechazo”, explica Claudia Nicolasa, psicóloga especializada en análisis y relaciones, a S Moda.

En algunos casos, sí puede existir el deseo genuino de reencontrarse, pero no viene de una intención real, porque es carente de compromiso. Es una forma de autoengaño, una manera de sostener la fantasía de una amistad viva, aunque ya no se cultive.


Amistades en pausa: cuando siempre hay una excusa para no vernos
FreePik

Hablar claro para sanar


La psicóloga finaliza mencionando que la realidad es que la solución no siempre es cortar la relación. A veces, basta con tener el carácter de iniciar una conversación franca sobre la situación. Pero si después de hablar las cosas no cambian, lo más saludable es asumir la nueva realidad. Quizá aquella amistad ya no puede sostenerse, ni deba hacerlo.


Las amistades no mueren de un día para otro, pero sí pueden marchitarse lentamente entre agendas apretadas, excusas y frases vacías. Elegir cuidar los vínculos que sí nos cuidan de vuelta puede ser una forma de respeto y amor hacia uno mismo. Y aceptar que algunas relaciones solo fueron para una etapa de la vida, es una decisión realmente sana también.

Comentarios


bottom of page