top of page

Bronquiectasia: la enfermedad respiratoria que se esconde tras una tos persistente

  • Aunque muchas veces se confunde con una bronquitis común, esta condición crónica puede dañar los pulmones de forma irreversible si no se detecta a tiempo.

Bronquiectasia
Foto: Freepik
ds

Una tos que no se va, flema espesa de color verdoso o amarillento, fatiga constante y esa sensación de que "algo no está bien" al respirar. Para muchos, estos síntomas solo indican una bronquitis, pero detrás podría haber una enfermedad mucho más compleja y silenciosa: la bronquiectasia.


Este trastorno pulmonar crónico, poco conocido, pero más frecuente de lo que se piensa, consiste en un daño progresivo en los bronquios, los conductos por donde pasa el aire hacia los pulmones. Se estima que a nivel global, la bronquiectasia afecta a aproximadamente 680 personas por cada 100,000, lo que la convierte en una condición más común de lo que se pensaba, según datos del portal web Biomed Central.


Con el tiempo, estos se dilatan de forma anormal, formando pequeñas bolsas donde se acumulan mucosidad y pus, lo que favorece la aparición de infecciones recurrentes y dificulta seriamente la respiración.


La tos persistente podría ser algo más serio

El doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, explica que muchas personas viven con bronquiectasia sin saberlo, creyendo que sufren de una bronquitis crónica mal curada. Sin embargo, a diferencia de esta última, la bronquiectasia no tiene cura y puede empeorar con el tiempo si no se trata adecuadamente.


Sus causas suelen estar asociadas a infecciones pulmonares severas o maltratadas, como la tuberculosis o algunas neumonías, aunque también puede deberse a condiciones genéticas como la fibrosis quística o enfermedades autoinmunes como el lupus.


Señales de alerta a tener en cuenta

Las señales de alerta más comunes incluyen tos persistente con flema espesa (amarilla o verde), sibilancias, opresión en el pecho, fatiga y, en algunos casos, presencia de sangre en la expectoración.

Esta enfermedad afecta con mayor frecuencia a mujeres y muchas veces no se detecta con una simple radiografía: se requiere una tomografía de alta resolución para ver el daño real en los bronquios.


Detectarla a tiempo mejora el pronóstico

Si bien no existe cura, la bronquiectasia puede ser controlada. El tratamiento se basa en evitar nuevas infecciones y aliviar los síntomas. Suele incluir antibióticos, fisioterapia respiratoria y técnicas de drenaje postural que ayudan a expulsar la mucosidad atrapada en los pulmones. En algunos casos, también se emplean broncodilatadores o nebulizaciones.


Lo más importante es no quedarse con diagnósticos genéricos. Si una tos se prolonga por semanas, si la flema es constante o si las infecciones respiratorias se repiten, es fundamental acudir a un neumólogo. Un diagnóstico preciso puede marcar la diferencia entre el deterioro progresivo o una vida controlada y activa.


En salud respiratoria, subestimar una tos persistente puede salir caro. No todo lo que parece bronquitis lo es. En casos como la bronquiectasia, la clave está en sospechar, consultar a tiempo y seguir el tratamiento adecuado. Porque vivir con esta enfermedad es posible, siempre que no se la ignore.

Comentarios


bottom of page