Cómo encontrar tu propósito sin necesidad de tenerlo todo claro
- Redacción Qhali
- hace 4 días
- 3 Min. de lectura
Explorar el sentido de vida desde la flexibilidad y la curiosidad puede ser más realista y sostenible.
Foto: Freepick
ESTE ES UN JUEGO INTERACTIVO QUE RESUME LA NOTA DE ABAJO. JUEGA Y DESCUBRE DE QUÉ SE TRATA.
Durante años, la narrativa dominante sobre el propósito ha estado ligada al éxito, la vocación o la claridad absoluta sobre “lo que uno vino a hacer”. Sin embargo, cada vez más expertos cuestionan la idea de que el propósito de vida sea un hallazgo inmediato o definitivo. En cambio, proponen una visión más flexible y adaptativa.
El propósito como camino, no como punto de llegada
Según un artículo publicado por Harvard Business Review, el propósito se define mejor como “una brújula personal” que da dirección, pero no necesariamente un destino fijo. El doctor William Damon, investigador de Stanford y autor del libro The Path to Purpose, afirma que:
“El propósito no se encuentra de una vez para siempre. Se construye a lo largo del tiempo, en función de lo que valoramos, aprendemos y experimentamos.”
En Perú, la psicoterapeuta y coach de vida Gabriela Salazar refuerza esta visión:
“Pensar que debemos tener claridad total sobre nuestro propósito genera una presión innecesaria, sobre todo en jóvenes. Lo importante es empezar con preguntas, no con respuestas cerradas.”
La trampa de “tenerlo todo claro”
En un mundo hiperconectado y exigente, muchas personas —especialmente jóvenes adultos— sienten ansiedad por no tener definido su propósito vital. Redes como LinkedIn o Instagram a menudo proyectan imágenes de éxito precoz, lo que puede provocar comparaciones y una sensación de estar ‘quedándose atrás’.
En entrevista con la BBC, la psicóloga organizacional Dr. Julia Yates explica que incluso entre personas exitosas, el propósito rara vez surge como una idea “clara desde el inicio”:
“Muchos descubren lo que les apasiona haciendo cosas, no pensándolas. El propósito se revela en la acción, no en la parálisis de la indecisión.”
¿Cómo empezar a conectar con tu propósito?
Los especialistas coinciden en que no se trata de una fórmula mágica, sino de un ejercicio constante de reflexión, acción y autoconocimiento. Estas son algunas estrategias respaldadas por la psicología positiva y la investigación actual:
Identifica momentos de sentido: Recuerda actividades o experiencias que te hayan generado satisfacción, impacto positivo o sensación de conexión.
Observa tus emociones recurrentes: Lo que te entusiasma o te indigna puede darte pistas sobre tus valores.
Sé curioso con lo que no sabes: Probar nuevas disciplinas, voluntariados, viajes o cursos puede abrir caminos inesperados.
Normaliza el cambio: El propósito puede evolucionar con las etapas de la vida, y eso no significa haber “fallado”.
Una búsqueda profundamente personal
En palabras de la psiquiatra peruana Laura Gutiérrez, docente de la Universidad Peruana Cayetano Heredia:
“Lo que le da sentido a la vida de una persona puede no significar nada para otra. No existe un propósito universal, sino un sentido profundamente íntimo que va cambiando con la madurez emocional.”
Estudios recientes publicados en The Journal of Positive Psychology han demostrado que tener incluso un sentido parcial de propósito —aunque no esté del todo claro— ya se asocia con una mayor salud mental, resiliencia y bienestar.
El propósito como práctica, no como teoría
Así lo resume el filósofo francés Fabrice Midal en su libro El propósito no se busca, se vive:
“No tienes que entenderlo todo. Solo tienes que permitirte vivir, intentar, fallar y volver a elegir con libertad.”
El propósito no es una declaración solemne escrita en piedra. Es un proceso orgánico que se teje con la experiencia, el deseo de contribuir, la autenticidad y la capacidad de cambiar de rumbo. No necesitas tenerlo todo claro para comenzar: solo necesitas la disposición a escucharte y actuar desde lo que hoy te importa.
Comments