top of page

¿Cómo saber si tengo dependencia emocional a mi mascota?

  • Descubre si el amor profundo que le tienes a tu mascota es un amor sano o es un amor disfrazado de dependencia emocional hacia tu fiel amigo de cuatro patas.

¿Cómo saber si tengo dependencia emocional a mi mascota?
Fuente:Noro
ESTE ES UN JUEGO INTERACTIVO QUE RESUME LA NOTA DE ABAJO. JUEGA Y DESCUBRE DE QUÉ SE TRATA.

El amor incondicional que los animales brindan, es, sin duda, una de las mejores sensaciones para las personas que adoran a los compañeros de cuatro patas. Vemos casos de personas que mencionan amar más a los animales que a los humanos, gente que sin pensarlo daría la vida por salvar la de su hijo peludo. De acuerdo con un estudio realizado por la Human Animal Bond Research Institute (HABRI), el 74% de los dueños de mascotas afirma que su salud mental mejoró desde que tienen un animal de compañía. En Latinoamérica, cifras de Statista (2023) revelan que el 86% de los hogares con mascotas considera a su perro o gato como “un miembro más de la familia”.


Sin embargo, los expertos en salud mental advierten que, si bien estos lazos pueden ser emocionalmente positivos, también existe el riesgo de desarrollar una dependencia emocional hacia la mascota, lo que puede afectar la autonomía emocional y las relaciones sociales de las personas. Para contextualizarnos mejor del tema, conversamos con el psicólogo clínico con especialidad en terapias conductuales, Ricardo Rodriguez.


Todo se origina en el estilo de vida


Según Rodriguez, las personas que se refugian en las mascotas tienen un antecedente conductual. Él menciona que los cambios conductuales de la sociedad, sobre todo de los adolescentes y de las personas adultas, se manifiesta con conductas evitativas y de escape, lo cual tiene como consecuencia a la dependencia emocional, la cual se origina con el cambio de estilo de vida actual.


El doctor Rodriguez alega que la tecnología hace que sea más fácil sociabilizar virtualmente que de manera presencial, eso genera que los jóvenes no desarrollen competencias de sociabilización presencial y por ende, no aprenden a manejar la frustración en las conductas de otros, cuando no corresponden a las expectativas de las personas. Eso hace que los jóvenes eviten las relaciones interpersonales y se refugian en las mascotas porque son más simples y no hay preocupación, por lo tanto, la frecuencia de frustración es baja.


El estímulo para tener más vínculo con las mascotas que con la gente es el alivio emocional que da el no frustrarse.

Otro punto importante es comprender la forma en la que hemos crecido. Lo más probable es que al tener padres ausentes y pocos amigos en la infancia, las características sociales no fueron desarrolladas y con ello inconcluso en la etapa de adultez, se busque canales para aliviar la frustración emocional o la necesidad de brindar afecto.


¿Cuándo se convierte en dependencia?


Como toda dependencia emocional, exigentes factores de alerta. Si presenta alguno de los síntomas más comunes, lo recomendable sería buscar ayuda psicológica:


  • Aislamiento social

  • Ansiedad por separación

  • No disfrute de actividades de recreación

  • Dificultad al poner límites con la mascota


Y aunque la dependencia emocional hacia las mascotas suele originarse en vivencias de soledad, también se puede considerar a las pérdidas afectivas o inseguridades personales que llevan a buscar en el animal un refugio incondicional.


Por ello, es fundamental comprender que el amor hacia nuestras mascotas debe ir acompañado de límites saludables y de una vida personal plena. Atender nuestro propio desarrollo emocional y social nos permitirá brindarles un cuidado más equilibrado y auténtico, sin cargarles con expectativas imposibles de sostener.

Comentarios


bottom of page