Caries en niños: la alarma que la sociedad sigue ignorando
- Micaela Yalle
- 2 jul
- 3 Min. de lectura
El trabajo conjunto de los padres, el entorno y los profesionales de la salud, son claves para prevenir la caries dental, que ya afecta a 9 de cada 10 niños en el Perú.


En Arequipa, un niño de solo 3 años tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para extraerle 12 dientes de leche. Las caries habían avanzado tanto que el daño era irreversible. Durante la operación, que duró más de tres horas, los especialistas del Hospital Regional Honorio Delgado no solo atendieron al menor, sino que advirtieron sobre un problema común y evitable: la falta de prevención.
Este caso fue registrado en el portal web Noticias Arequipa en mayo del presente año y representa solo uno de los muchos que existen en el país. Según un último estudio del Ministerio de Salud (MINSA), 9 de cada 10 niños en Perú tendrían caries. Sin embargo, muchas veces no reciben atención a tiempo debido al poco conocimiento que tienen los padres sobre estrategias preventivas.
Una cultura dulce, pero peligrosa
Cuando salimos a eventos sociales, los dulces casi siempre están presentes y resultan una tentación para los niños, quienes suelen recibirlos como premios o recompensas. Mientras que algunos padres pueden tratar de cuidar la salud bucal de sus hijos en casa, estas costumbres sociales contribuyen a la aparición de caries.
Estos malos hábitos son un factor importante en el problema, explicó el especialista en estomatología Dr. Jorge Castillo Cevallos durante la conferencia Aula Dentaid, organizada por Dentaid, compañía internacional pionera en investigación en salud bucal.
"Cambiar hábitos dañinos es mucho más difícil que mantener los que ya tenemos, porque en temas de salud bucal la sociedad casi siempre empuja hacia el lado contrario.", mencionó el experto.
¿Reaccionamos o prevenimos?
Muchos padres suelen llevar a sus hijos al dentista solo cuando presentan algún problema bucal. Se trata el daño, pero no regresan hasta que ocurre lo mismo nuevamente. Frente a esta realidad, la Asociación Internacional de Odontopediatría (IAPD) elaboró una guía llamada "La Declaración de Bangkok", donde se explican los tipos de prevención:
Todo empieza en casa con buenos hábitos (prevención primaria): La primera forma de prevención es enseñar desde pequeños a cuidar sus dientes. Esto incluye cepillarse bien al menos dos veces al día con pasta con flúor, evitar el consumo excesivo de dulces y bebidas azucaradas, y recibir orientación desde los centros de salud. Lo que se aprende en casa marca la diferencia.
Detectar los problemas antes de que causen daño (prevención secundaria): También es importante llevar a los niños al dentista regularmente, incluso si no sienten dolor. Así, si hay una carie comenzando, se puede detener a tiempo con tratamientos simples como barnices o protectores especiales para los molares.
Si ya hay daño, actuar sin perder más (prevención terciaria): Y si la carie ya está avanzada, el objetivo debe ser tratarla de forma cuidadosa, sin dañar más el diente. Hoy existen técnicas menos agresivas que permiten mantener la mayor parte posible del diente natural.
Sin embargo, en la práctica, muchos padres solo aplican la última forma de prevención. Esta forma de actuar no es prevención, es reacción a algo que pudo haberse evitado. Cambiar esta rutina por una cultura de cuidado desde casa puede marcar la diferencia en la salud bucal de los niños.
Un trabajo en equipo
El Dr. Cevallos también enfatizó en la responsabilidad que tienen tanto los padres, al enseñar adecuadamente a sus hijos y a su entorno sobre el cuidado bucal, como los especialistas del área, quienes no deben enfocarse solo en una parte de la boca, sino considerar el panorama completo, ya que en algunos casos es necesaria la intervención de otros profesionales.
“Es un trabajo conjunto entre los padres, que pueden influir en sus hijos y su entorno más cercano; y los profesionales de la salud, con el objetivo de lograr una niñez libre de caries”, finalizó.
Comentarios