El Bullying: Cuando no te ven, pero aún vales
- Lorena Said
- 23 jul
- 3 Min. de lectura
Una reflexión sobre el bullying y lo que trae consigo.

El bullying es una forma de violencia silenciosa que se infiltra en escuelas, oficinas, redes sociales y hasta en la familia. Aunque muchas veces se presenta como burlas "inofensivas", sus efectos pueden ser profundos y duraderos. Y lo más común es que se enfoque en el más sensible, el más distinto o el más callado.
¿Por qué siempre al más débil?
Porque es más fácil. Quien acosa generalmente busca una reacción, y el más vulnerable suele ser quien menos herramientas tiene para defenderse. No es una cuestión de culpa, sino de desequilibrio: el bully necesita un blanco para sentirse poderoso, y el más empático, reservado o inseguro suele convertirse en ese blanco.
La psicóloga Christina Salmivalli, creadora del programa KiVa contra el bullying, explica que “el acosador necesita un público que lo refuerce, y por eso el silencio o la pasividad del grupo aumenta el poder del agresor” (Universidad de Turku, Finlandia). Esto subraya que muchas veces no se ataca al más débil por odio, sino por conveniencia: es más fácil controlar a quien está solo.
Famosos como Lady Gaga, quien fue víctima de bullying por su forma de vestir y su manera de ser en el colegio, lo han contado abiertamente. “Me decían monstruo, y ahora soy Mother Monster”, ha dicho con orgullo. También Eminem habló de cómo fue golpeado y acosado en su infancia, al punto de quedar hospitalizado.
Estos ejemplos muestran una verdad clave: quien hoy es rechazado, mañana puede ser una voz fuerte y reconocida.
El secreto: no aislarte
Lo peor del bullying no es solo el dolor del momento, sino el aislamiento. Quien lo sufre puede llegar a creer que nadie lo valora, que está solo, que no tiene salida. Pero esto no es verdad.
La psicóloga Dorothy Espelage, una de las mayores expertas en bullying en Estados Unidos, advierte que “los jóvenes que no cuentan con un sistema de apoyo son más vulnerables a la depresión y la ansiedad, especialmente si no sienten que pueden hablar con nadie sobre lo que les ocurre”.
Lo mejor que puedes hacer es huir —no del problema, sino del lugar que te apaga— y refugiarte en un círculo que te dé confianza. Ese grupo puede ser:
Amigos del barrio que te conocen de toda la vida.
Un grupo de arte, deporte o lectura donde te sientas valorado.
Familiares que te escuchen sin juzgar.
Comunidades online sanas donde puedas compartir tus intereses y sentir apoyo.
Estar con personas que vean tu valor es como cargar tu batería emocional.
No pasa nada… si tienes a alguien
Muchas personas han sobrevivido al bullying no porque eran fuertes desde el inicio, sino porque encontraron un grupo que los sostuvo mientras sanaban. La psicóloga Belén Colomina, especialista en salud mental infantil, señala que “el bullying no es cosa de niños, sino un problema social que necesita un enfoque colectivo y emocional. La clave está en fortalecer vínculos de apoyo y confianza desde el entorno más cercano” (El País, 2024).
Un ejemplo de esto es el actor y músico Víctor Elías, quien sufrió acoso por haber salido en televisión. “Me pegaron entre siete. Sentí miedo durante mucho tiempo”, contó en una campaña contra el acoso. Lo que lo ayudó fue hablarlo y apoyarse en su familia. “Poder expresarlo y sentirte escuchado cambia todo”, afirmó.
El verdadero peligro del bullying no es lo que te dicen… sino que tú empieces a creértelo. No dejes que eso ocurra.
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