El rasgo psicológico que permite ser infiel sin sentir culpa: el desenganche moral
- Redacción Qhali
- 20 jun
- 3 Min. de lectura
Algunas personas logran traicionar a su pareja sin conflicto interno. La psicología explica cómo el desenganche moral permite desconectarse de los propios valores cuando conviene.


La mayoría podría estar de acuerdo en que la infidelidad es uno, si es que no es el mayor, motivo de problemas en las relaciones de pareja. Aunque su gravedad es ampliamente reconocida y suele condenarse socialmente, la infidelidad sigue siendo común. Pero este comportamiento podría tener una explicación psicológica, llamada “desenganche moral”.
El concepto de desenganche moral
También conocido como MD, por sus siglas en inglés, es un concepto en psicología que describe la capacidad de una persona para desconectarse de sus propios principios éticos cuando estos se interponen con sus intereses. Logrando traicionar acuerdos o valores sin experimentar culpa, debido a que encuentran una forma de justificar lo ocurrido. Algunas frases podrían ser: “no es tan grave”, “todos lo hacen” o “tenía derecho a hacerlo”.
Un estudio reciente, llevado a cabo por Verena Aignesberger y Tobias Greitemeyer, analizó a 236 parejas para entender cómo el desenganche moral influye en la fidelidad y en la calidad de la relación. Para ello, utilizaron el modelo Actor-Partner Interdependence Model (APIM), que permite evaluar cómo las características de una persona (en nuestro contexto, sus niveles de MD) no solo influyen en su comportamiento y satisfacción, sino también en los de su pareja.
Los efectos del desenganche moral en las relaciones de pareja
El estudio demostró que las personas con altos niveles de desenganche moral suelen experimentar una menor satisfacción en su relación. Lo interesante es que el MD de una persona no solo afecta su propia satisfacción, también a la de su pareja, por lo que el efecto es mutuo.
Además, aquellos que tienen un MD alto tienden a sospechar que sus parejas podrían engañarlas. Esto se debe a que, al justificar sus propias acciones moralmente cuestionables, pueden proyectar esas actitudes en su pareja, como si asumieran que ambos actúan del mismo modo.
Quienes tienen niveles elevados de desenganche moral son más propensos a involucrarse en conductas que ellos mismos consideran como infidelidad. Lo que quiere decir que a pesar de reconocer que sus acciones vulneran su compromiso moral, minimizan y justifican su accionar; logrando así librarse de culpas, por lo menos consigo mismas.
Un detalle, que puede ser considerado perturbador, es que quienes poseen un alto MD no suelen negar que actúan en contra de sus principios, ellos deciden no seguirlos cuando les conviene. Como si el desenganche moral, haciéndole honor a su nombre, permite que uno pueda desconectarse de sus propios valores y normas cuando es conveniente para sus intereses, sin pensar en los de los demás.
Gracias al estudio de Aignesberger y Greitemeyer, entendemos que el desenganche moral no solo aumenta la probabilidad de infidelidad, sino que también deteriora la satisfacción dentro de la relación. Lógicamente, quienes se rigen por este patrón suelen generar vínculos más frágiles, debido a que se prioriza la conveniencia personal por encima del compromiso ético.
Entender este mecanismo puede ser útil en terapia de pareja, pues permite identificar la raíz de ciertas conductas conflictivas. Si bien el desenganche moral no justifica la infidelidad, sí puede explicar por qué algunas personas parecen no tener remordimientos después de cruzar una línea. Reconocer este rasgo puede ser el primer paso para asumir responsabilidades y construir relaciones más honestas.
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