El trastorno que convierte el cuerpo en fuente de mal olor: así afecta el síndrome de la peste de pescado
- Redacción Qhali
- 24 jun
- 2 Min. de lectura
Un error genético impide eliminar una molécula responsable del olor a pescado podrido. Aunque es poco conocido, afecta profundamente la vida de quienes lo padecen.


Es un olor fuerte y desagradable, equiparable al del pescado en descomposición, que desprende de la piel, el aliento, la orina o el sudor de quienes padecen trimetilaminuria. Hablamos de un trastorno metabólico poco común, pero con un impacto emocional contundente, también conocido popularmente como el “síndrome de la peste de pescado”.
Esta condición puede afectar incluso a quienes llevan una higiene impecable, debido a que la enfermedad nace por la acumulación de trimetilamina, una sustancia que el cuerpo debería eliminar pero que en algunas personas el proceso no se da correctamente.
“Se trata de un problema enzimático que impide descomponer la trimetilamina, generada por bacterias intestinales al digerir alimentos como pescado, huevo o legumbres”, explica para RAC1, Beatriz Mínguez, pediatra del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
Un diagnóstico temprano, pero sin cura
El síndrome suele detectarse en la infancia, poco después de iniciar la alimentación sólida. “Los padres notan que el pelo, la piel o incluso el pañal del niño emiten un olor muy fuerte a pescado”, detalla la especialista Mínguez. Aunque el diagnóstico es genético, aún no existe un tratamiento curativo.
La enfermedad puede atenuarse con dietas estrictas, evitando los alimentos desencadenantes. Aunque también existen tratamientos como antibióticos que alteran la flora intestinal, pero a pesar de que estos métodos parecen dar resultados positivos, solo son alivios temporales.
No solo una cuestión genética
Aunque la trimetilaminuria es la causa más conocida del síndrome, no es la única. También puede aparecer como efecto secundario de ciertos medicamentos utilizados para tratar otras enfermedades metabólicas, como el déficit de carnitina. Además, algunas infecciones, como ciertas vaginosis en las mujeres, pueden generar olores similares.
Por eso, el Hospital Sant Joan de Déu, de España, junto con la empresa Eurofragance, han desarrollado una línea de fragancias especializada en neutralizar el olor que produce la trimetilaminuria. Los especialistas confirman que los productos ya han mostrado resultados positivos.
La carga psicológica del síndrome de la peste de pescado
Más allá del nombre curioso o del impacto olfativo, el síndrome de la peste de pescado es una condición que puede marcar profundamente la vida de quien lo padece. No es solo una cuestión de olor: es el temor de acercarse a otros, el miedo constante al rechazo, la lucha diaria por mantener la autoestima cuando el cuerpo te traiciona. Entender estos trastornos poco visibles es también un paso hacia una sociedad más empática, donde nadie deba esconderse por una condición que no eligió.
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