Gastritis: cuando el estómago hace huelga y la muña sale al rescate
- Redacción Qhali
- 25 jun
- 4 Min. de lectura
Muña, hierba luisa y hasta el llantén, en los mercados peruanos hay más que sazón. Algunas plantas comunes también ayudan a aliviar los molestos síntomas de la gastritis.


Todos hemos sentido ese fuego interior que sube desde el estómago y arruina hasta el mejor ají de gallina. La gastritis, que no perdona almuerzos apurados ni estrés acumulado, es una inflamación del revestimiento gástrico que puede causar ardor, náuseas, acidez y hasta dejarte sin ganas de comer.
Pero no todo está perdido. En los mercados del Perú, y hasta en el jardín de la abuela, crecen algunas de las mejores aliadas para calmar el estómago. La buena noticia es que no necesitas viajar a los Andes profundos ni pagar una fortuna. La mejor medicina natural puede estar al lado de las papas y el rocoto.
Primero lo primero: ¿Qué es la gastritis y cuáles son sus síntomas?
La gastritis es una inflamación del revestimiento interno del estómago, y puede deberse a múltiples causas: desde una infección por Helicobacter pylori, hasta el uso excesivo de antiinflamatorios, el consumo de alcohol, el estrés crónico o malos hábitos alimenticios. Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que hasta el 50% de la población mundial puede presentar algún grado de gastritis en algún momento de su vida.
Los síntomas más comunes incluyen ardor o dolor en la “boca del estómago”, acidez, sensación de llenura después de comer poco, náuseas, pérdida de apetito e incluso vómitos. En casos crónicos o mal tratados, puede derivar en úlceras gástricas o sangrado digestivo.
Como dice la OMS, la gastritis debe tratarse de forma integral, con enfoque médico y apoyo en el estilo de vida —lo que incluye la alimentación y, en algunos casos, el uso complementario de plantas medicinales seguras.
Plantas medicinales que puedes encontrar en cualquier mercado peruano
Muña (Minthostachys mollis): La menta andina con carácter
No solo refresca, sino que alivia cólicos, gases y malestares después de comidas pesadas. Sus aceites esenciales relajan los músculos del tracto digestivo y reducen la inflamación, según investigadores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el 2020. Es tan efectiva que hasta el ceviche se lleva mejor con una tacita de muña después.
Cómo usarla: 3-4 hojas frescas en una taza de agua caliente. Tómala después del almuerzo y verás cómo el estómago te agradece.
Llantén (Plantago major): El humilde que cura en silencio
De apariencia sencilla, pero el llantén tiene mucílagos (sustancias gelatinosas naturales) que recubren la mucosa gástrica como si la arroparan con una manta. Estudios de Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine en el 2018 demuestran su capacidad para proteger y regenerar el tejido estomacal irritado.
Cómo usarlo: 1 cucharada de hojas frescas en infusión, 2 veces al día. Su sabor es suave, como su efecto.

Hierba luisa (Cymbopogon citratus): Relajante y buena gente
Con ese aroma cítrico que enamora, la hierba luisa no solo relaja los nervios sino también al estómago. Tiene propiedades antiespasmódicas y digestivas, confirmadas por estudios de la Universidad Nacional Agraria La Molina en el 2019, que muestran su capacidad para reducir la acidez y mejorar el tránsito intestinal.
Cómo usarla: Prepara una infusión con hojas frescas después de la cena. Ideal para cerrar el día sin que el estómago se queje.
Caléndula (Calendula officinalis): La flor que te cuida por dentro
No solo es linda en el jardín. La caléndula posee flavonoides que ayudan a reducir la inflamación del estómago y promueven la cicatrización de la mucosa dañada. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) respalda su uso tradicional para afecciones gástricas leves. O sea, no es solo decoración: es medicina.
Cómo usarla: Una infusión con 1 cucharadita de flores secas, una vez al día, alejada de las comidas.
Chancapiedra (Phyllanthus niruri): La rompe piedras y también el ardor
Famosa por su efecto sobre los riñones, esta planta también ayuda a regular la bilis y aliviar la acidez estomacal. La Revista Peruana de Biología, en el 2021, documenta su efecto hepatoprotector y digestivo, ideal para cuando la gastritis está asociada a problemas hepáticos.
Cómo usarla: Una infusión suave (una cucharadita por taza), por no más de 7 días seguidos. Sí, también tiene su carácter.
Tips prácticos que tu estómago va a agradecer
Come despacio, en paz, y sin mirar el celular.
Evita el ají si tu gastritis anda sensible (aunque duela en el alma).
Prefiere comidas cocidas y tibias, nada de fritanga en exceso.
No tomes infusiones como agua de tiempo: una o dos al día es suficiente.
Y si algo no mejora, no te hagas el fuerte: ve al médico.
¿Cuándo lo natural no alcanza?
Si el ardor te despierta en la madrugada, si vomitas seguido, si ves sangre en las heces o pierdes peso sin razón, tu cuerpo está gritando y no basta con hierbas. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda usar la medicina tradicional de forma complementaria, pero nunca como reemplazo del diagnóstico médico.
La salud también se trata con sabiduría. Y eso incluye saber cuándo tomar una infusión… y cuándo ir a consulta, señala la OPS, 2022.
Las plantas que crecen en las laderas, jardines o puestos del mercado no solo son parte del sabor peruano, también son parte del cuidado. Al usarlas con conocimiento, respeto y equilibrio, reconectamos con una forma de sanar más consciente, más local y más nuestra. Porque a veces, lo que alivia está más cerca de lo que creemos y sabe a muña.
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