Mente agitada, intestino afectado: cómo tu estrés puede causar colitis
- Redacción Qhali
- hace 2 días
- 3 Min. de lectura
En Perú y en el mundo, los casos de colitis vinculados al estrés han aumentado, demostrando que la salud mental influye directamente en la salud intestinal.

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En los últimos años, la ciencia ha confirmado lo que muchas personas ya intuían: el intestino y el cerebro están íntimamente conectados. Un alto nivel de estrés sostenido puede manifestarse en el cuerpo de diversas maneras, y una de las más comunes —y a menudo ignorada— es la colitis. Esta inflamación del colon, que puede generar dolor, gases, diarrea o estreñimiento, no siempre tiene una causa orgánica clara. Muchas veces, la raíz está en la mente.
El eje intestino-cerebro: una autopista de comunicación interna
La relación entre el sistema nervioso central y el sistema digestivo ha sido objeto de estudio por décadas, pero recientemente ha cobrado protagonismo. Según la Harvard Medical School, el llamado “eje intestino-cerebro” permite una comunicación bidireccional que explica por qué los problemas psicológicos pueden desencadenar síntomas gastrointestinales.
Cuando estamos sometidos a estrés crónico, este sistema se altera y puede llevar a trastornos como el Síndrome de Intestino Irritable (SII) o la colitis nerviosa, una forma no infecciosa de inflamación intestinal.
Estrés y colitis: una conexión reconocida en Perú
En el contexto peruano, la colitis funcional o nerviosa se ha convertido en uno de los motivos más frecuentes de consulta en gastroenterología. La Sociedad Peruana de Gastroenterología estima que más del 60% de las personas diagnosticadas con colitis presentan antecedentes de estrés sostenido, ansiedad o trastornos emocionales.
El gastroenterólogo Dr. Renzo Morales, del Hospital Rebagliati, explica:
“En la práctica clínica, observamos que muchos pacientes no presentan infecciones ni alteraciones estructurales, pero sí síntomas gastrointestinales intensos. Cuando indagamos, encontramos episodios recientes de ansiedad, problemas laborales o duelos no resueltos”.
¿Cómo se manifiesta la colitis inducida por estrés?
Los síntomas más comunes de esta condición son:
Dolores abdominales o retortijones.
Diarrea, estreñimiento o alternancia entre ambos.
Sensación de evacuación incompleta.
Inflamación o hinchazón abdominal.
Gases excesivos.
Urgencia por defecar tras situaciones emocionales intensas.
Cuidar la mente para sanar el cuerpo
La solución no pasa únicamente por medicamentos. De hecho, el tratamiento más efectivo para la colitis relacionada al estrés suele ser multidisciplinario. Según la World Gastroenterology Organisation (WGO), la combinación de intervenciones psicológicas (como terapia cognitivo-conductual, mindfulness o gestión emocional) junto con una alimentación adecuada y manejo médico, ofrece mejores resultados.
En Perú, centros como el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado han comenzado a incluir programas de psicoeducación para pacientes con enfermedades digestivas, destacando la importancia del enfoque integral.
Estrategias para proteger tu salud digestiva del estrés
Los especialistas recomiendan:
Técnicas de relajación como respiración diafragmática o meditación.
Actividad física regular, que ayuda a reducir el estrés y mejora la motilidad intestinal.
Evitar el exceso de café, alcohol y comidas irritantes, especialmente en momentos de alta tensión.
Buscar apoyo psicológico profesional si los síntomas emocionales o digestivos persisten.
El psicólogo clínico Luis Chávez, de la Universidad Cayetano Heredia, afirma:
“Una mente agitada afecta al cuerpo entero. Aprender a reconocer el impacto del estrés en nuestro organismo es el primer paso para intervenir con eficacia.”
Entender la conexión entre lo que sentimos y lo que nuestro cuerpo expresa es esencial para abordar integralmente trastornos como la colitis. Escuchar al cuerpo —y a la mente— es una necesidad, no un lujo. Porque sanar, en estos casos, empieza por dentro.
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