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⁠Microtraumas escolares: cómo los comentarios del colegio siguen afectando tu autoestima

  • Burlas, comparaciones constantes o críticas aparentemente “inofensivas” durante la etapa escolar pueden dejar huellas emocionales duraderas.

     ⁠Microtraumas escolares: cómo los comentarios del colegio siguen afectando tu autoestima
    Foto: Freepick

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Los microtraumas escolares son experiencias emocionales dolorosas que, aunque no constituyen violencia explícita o abuso grave, ocurren de manera repetida y sostenida en el contexto educativo, afectando la percepción que un niño o adolescente tiene de sí mismo.


Estos incluyen desde comentarios despectivos sobre el rendimiento, burlas de compañeros que no fueron atendidas, hasta comparaciones constantes con otros estudiantes o etiquetas como “el distraído” o “la problemática”, explica la American Psychological Association (APA).


“Son heridas que no dejan moretones visibles, pero sí un impacto profundo. Muchos adultos que hoy dudan de su valor o sienten vergüenza al equivocarse, arrastran mensajes negativos interiorizados desde la etapa escolar”, advierte la psicóloga clínica peruana Mariana Velarde, especialista en autoestima y trauma.

¿Cómo afectan estos microtraumas a largo plazo?


Diversos estudios han evidenciado que los microtraumas escolares pueden tener un impacto similar al del acoso escolar cuando son persistentes y no hay una contención emocional adecuada. 


Un artículo de Child & Adolescent Mental Health (2021) señala que estas experiencias son asociadas con mayor riesgo de baja autoestima, ansiedad social, perfeccionismo disfuncional y evitación de retos académicos o laborales en la adultez.


Según el Ministerio de Educación del Perú (MINEDU, 2023), el 62% de estudiantes reporta haber recibido comentarios desalentadores de docentes o compañeros durante su etapa escolar, especialmente en temas de desempeño académico, conducta o apariencia física.


Entre las secuelas más comunes en la vida adulta se encuentran:

  • Miedo excesivo al juicio o a cometer errores.

  • Autoexigencia desmedida y necesidad constante de validación externa.

  • Sentimiento de no ser suficiente, pese a los logros alcanzados.

  • Dificultad para confiar en sus capacidades o expresar emociones.


“No basta con decir ‘ya pasó’. El cerebro guarda esos comentarios como verdades si se repiten con frecuencia y no son desafiados con experiencias reparadoras, afirma Velarde.


¿Cómo identificar si tu autoestima actual está ligada a tu etapa escolar?


Algunas preguntas clave para reflexionar incluyen:

  • ¿Recuerdas frases que te marcaron negativamente en el colegio?

  • ¿Tienes miedo a hablar en público porque te ridiculizaron en clase?

  • ¿Tiendes a minimizar tus logros porque “no eras el mejor del salón”?

  • ¿Sientes que necesitas demostrar constantemente tu valor?

  • ¿Recuerdas con incomodidad tu paso por la escuela, incluso sin haber sufrido bullying directo?


Estas señales pueden indicar que aún estás cargando con creencias formadas en contextos donde no te sentiste validado o seguro emocionalmente.


¿Qué hacer para sanar los microtraumas escolares?


Sanar no implica borrar el pasado, sino reconstruir la narrativa personal desde un lugar más compasivo y consciente. Algunas estrategias recomendadas por especialistas son:

  • Terapia psicológica, especialmente con enfoque en trauma, autocompasión o terapia cognitivo-conductual.

  • Identificar las creencias que adoptaste de esos comentarios (“soy torpe”, “no soy suficiente”) y cuestionarlas con evidencias actuales.

  • Exponerte gradualmente a situaciones que evitabas, como hablar en público o iniciar proyectos, para generar nuevas experiencias positivas.

  • Practicar el diálogo interno positivo, reemplazando la voz crítica por una más amable y realista.

  • Reconectar con tu valor más allá del desempeño, entendiendo que no eres tus calificaciones ni tus errores.


Sanar estos microtraumas requiere validar el daño sufrido y permitirnos reconstruir la autoestima con herramientas adultas y conscientes, sin repetir la exigencia o el juicio que tanto daño nos hizo”, concluye Velarde.

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