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¿Qué hay detrás del colorante amarillo en tus bebidas? Nuevos estudios vinculan su consumo con la hiperactividad

  • Foto del escritor: Redacción Qhali
    Redacción Qhali
  • 8 abr
  • 2 Min. de lectura
  • Un aditivo común en bebidas y alimentos procesados ha generado preocupación en la comunidad científica.

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    Foto: Freepick

Los colorantes artificiales han sido utilizados durante décadas en la industria alimentaria para hacer los productos más atractivos. Sin embargo, en los últimos años, ciertos aditivos han sido cuestionados por sus posibles efectos negativos en la salud. Uno de los más controvertidos es el colorante amarillo N°5 (tartrazina), un compuesto que, según estudios recientes, podría estar relacionado con la hiperactividad y otros problemas conductuales.


Colorante amarillo, el color que podría afectar el cerebro


Un informe de la European Food Safety Authority (EFSA) y estudios publicados en el Journal of Pediatrics han sugerido que ciertos colorantes artificiales pueden actuar como desencadenantes en niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Aunque el mecanismo exacto aún se investiga, se cree que estos compuestos pueden alterar neurotransmisores clave en el cerebro, afectando la regulación de la conducta.


Según la nutricionista peruana María del Carmen Gutiérrez, “el consumo excesivo de colorantes artificiales, especialmente en niños, puede generar una mayor agitación y dificultades para concentrarse. En algunos casos, la eliminación de estos aditivos en la dieta ha mostrado mejoras significativas en la conducta”.


Regulaciones y restricciones


Mientras que en países como el Reino Unido se ha pedido a las empresas que eliminen estos colorantes de los productos dirigidos a niños, en otros lugares como Estados Unidos y Latinoamérica siguen siendo ampliamente utilizados. En el caso de Perú, la Autoridad Nacional de Protección al Consumidor ha comenzado a evaluar estudios internacionales para determinar si es necesario regular su uso en alimentos y bebidas.


¿Cómo reducir la exposición a estos colorantes?


Para evitar posibles efectos adversos, los expertos recomiendan leer las etiquetas de los productos y evitar aquellos que contengan tartrazina (E102), amarillo ocaso (E110) y otros colorantes artificiales. Además, optar por bebidas y alimentos con colorantes naturales como la cúrcuma, betacarotenos o extractos de frutas es una alternativa más saludable. Finalmente, priorizar una alimentación basada en productos frescos y mínimamente procesados contribuye a reducir la exposición a estos aditivos.


Si bien los estudios sobre el impacto de los colorantes artificiales en la hiperactividad aún no son concluyentes, los especialistas aconsejan un consumo moderado, especialmente en niños. Con más investigaciones en curso, la comunidad científica sigue analizando qué tan seguro es el uso de estos aditivos en la alimentación diaria.

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