Sangrados nasales frecuentes en invierno: lo que debes saber
- Redacción Qhali
- 11 ago
- 2 Min. de lectura
Durante los meses más fríos del año, muchas personas experimentan hemorragias nasales inesperadas.
Foto: Freepick
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La epistaxis —nombre médico del sangrado nasal— se presenta con mayor frecuencia en épocas de frío debido a la sequedad ambiental, el uso de calefacción y los cambios bruscos de temperatura, que afectan la mucosa nasal.
Según la Mayo Clinic, el revestimiento interno de la nariz es muy delicado y contiene numerosos vasos sanguíneos que pueden romperse fácilmente en condiciones secas o irritadas, especialmente en invierno, cuando la humedad ambiental disminuye.
“La mucosa nasal se reseca y se vuelve más frágil en invierno, lo que facilita pequeñas rupturas capilares que causan sangrado. En Lima, el uso de calefactores sin humidificadores también agrava esta situación”, explica la otorrinolaringóloga peruana Dra. Ana María Tello, del Hospital Rebagliati.
Factores que incrementan el riesgo de sangrados nasales en invierno
Aunque cualquier persona puede experimentar sangrados nasales, hay ciertos factores físicos y ambientales que aumentan su probabilidad durante el invierno, entre ellos:
Ambientes secos o con poca ventilación.
Resfriados o infecciones respiratorias.
Uso excesivo de descongestionantes o sprays nasales.
Sonarse la nariz con fuerza o rascarse internamente.
Deficiencia de vitamina C o hierro, que debilitan los vasos capilares.
Un artículo del British Medical Journal destaca que la mayoría de sangrados invernales provienen del “plexo de Kiesselbach”, una zona de la nariz altamente vascularizada y expuesta, especialmente vulnerable en climas fríos y secos.
¿Cuándo preocuparse por los sangrados?
Aunque el 90% de los casos de epistaxis son leves y autolimitados, hay señales que indican la necesidad de evaluación médica:
Sangrados que duran más de 20 minutos.
Frecuencia mayor a 2 o 3 veces por semana.
Sangre proveniente de ambas fosas nasales o mezclada con otros síntomas (fiebre, hematomas).
Personas con antecedentes de hipertensión, trastornos de coagulación o que toman anticoagulantes.
Episodios recurrentes en niños menores de 5 años o adultos mayores.
En Perú, la Sociedad Peruana de Otorrinolaringología recomienda consultar si los sangrados interfieren con la rutina diaria o si se presentan en combinación con síntomas como fatiga crónica, hematomas en otras zonas o dolor facial.
¿Qué hacer en caso de sangrado nasal?
Ante un episodio leve, los especialistas aconsejan:
Mantener la cabeza inclinada hacia adelante (no hacia atrás).
Presionar suavemente la parte blanda de la nariz durante 10-15 minutos.
Aplicar compresas frías en el puente nasal para contraer los vasos.
Evitar sonarse la nariz por varias horas luego del sangrado.
“Nunca se debe introducir algodón seco ni acostarse con la cabeza hacia atrás, ya que eso solo desplaza la sangre hacia la garganta y puede generar náuseas o confusión sobre la cantidad de sangrado”, advierte la Dra. Tello.
¿Cómo prevenir los sangrados durante el invierno?
Para evitar que estos episodios se repitan durante los meses fríos, considera lo siguiente:
Mantén los ambientes húmedos, usando vaporizadores o recipientes con agua cerca de fuentes de calor.
Hidrata tus fosas nasales con suero fisiológico o sprays salinos naturales.
Evita el uso abusivo de descongestionantes.
Consume alimentos ricos en vitamina C y hierro.
Evita hurgarte la nariz o sonarte con demasiada fuerza.
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