¿Ser infiel es una enfermedad? Lo que hay detrás del engaño, desde la psicología
- Micaela Yalle

- 18 sept
- 2 Min. de lectura
Descubre qué rasgos psicológicos se asocian a la infidelidad y si esto puede considerarse o no una enfermedad, según una especialista.


Tal vez muchos de nosotros hemos sospechado o descubierto una infidelidad, y ese mensaje o indicio puede sacudir nuestra confianza y hacernos cuestionar la relación. Esta tendencia no es un caso aislado, sino un fenómeno que se repite en diferentes culturas y contextos.
Un estudio realizado en 2023 por el Bedbible Research Center señala que los países con mayores tasas de infidelidad entre personas casadas son Tailandia con 51%, Dinamarca con 46%, Alemania e Italia con 45% cada uno, y Francia con 43%. Además, la tendencia es más alta en hombres (21%) que en mujeres (7%).
Ante esto surge la pregunta: ¿qué lleva a una persona a ser infiel? ¿Existen rasgos de personalidad asociados a la infidelidad? ¿Puede considerarse una enfermedad? En este artículo, la psicóloga, psicoterapeuta y neuropsicóloga Claudia Vallejos nos explicará más sobre el tema.
¿Es la infidelidad una enfermedad?
Vallejos explica que, para responder esta pregunta, primero se debe entender qué es la infidelidad. Se define como “la ruptura de un contrato emocional que uno hace, rompiendo los acuerdos, ya sean explícitos o implícitos” dentro de la relación.
Partiendo de esta definición, para la especialista, la infidelidad no puede considerarse una enfermedad, y no existe ningún gen que la determine de manera inevitable. Sin embargo, es un comportamiento que ocurre con cierta frecuencia en las parejas.
Muchas veces, surge como consecuencia de diversos factores emocionales o personales, y puede verse agravada cuando falta comunicación o no se expresan con claridad los sentimientos y expectativas dentro de la relación, lo que debilita los acuerdos y el vínculo emocional entre ambos.
¿Por qué una persona es INFIEL?
Vallejos señala que existen diferentes factores pueden incrementar la probabilidad de que ocurra una infidelidad:
Emocionales: baja autoestima, insatisfacción en la relación, búsqueda de regulación emocional fuera de la pareja.
Personales: impulsividad, baja empatía, dificultades en la gestión de conflictos.
Situacionales: oportunidades, estrés o desconexión de la realidad cotidiana.
Por otro lado, enfatiza que el infiel ocasional suele ser aquella persona que ha sido infiel una sola vez en su vida, generalmente motivada por insatisfacción, vacíos emocionales o la oportunidad que se presenta; sus decisiones suelen ser impulsivas.
En cambio, el infiel recurrente muestra un patrón más constante: puede tener dificultades para mantener relaciones a largo plazo y, en muchos casos, busca reafirmar su valor personal a través de múltiples conquistas, utilizando la infidelidad como una manera de reafirmarse a sí mismo.
El perdón después de una infidelidad
Por último, Vallejos señala que las secuelas de la infidelidad dependen del rol que se tenga. Quien es engañado suele sentir tristeza, rabia e inseguridad, mientras que quien engaña experimenta culpa, ansiedad, temor y arrepentimiento. Aunque no se puede prevenir la infidelidad por completo, se puede trabajar en comunicación, satisfacción emocional y autoconocimiento para reducir riesgos.
Para reconstruir la confianza y acercarse al perdón, la experta recomienda:
Fomentar transparencia, escucha y validación emocional.
Establecer límites claros y respetuosos que permitan que ambos se sientan seguros en la relación.
Buscar acompañamiento profesional cuando sea necesario.
“Hablar, conversar y mantener proyectos en común, así como resolver conflictos sin acumular resentimientos, son claves para fortalecer la relación y mantener la fidelidad”, finalizó Vallejos.
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