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Sudoración excesiva: ¿una condición médica o una respuesta emocional?

  • La sudoración excesiva, lejos de ser solo una molestia estética, puede tener raíces físicas, emocionales o neurológicas que requieren atención especializada.


    Sudoración excesiva: ¿una condición médica o una respuesta emocional?
    Foto: Freepick

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  • La sudoración es una función natural del cuerpo que ayuda a regular la temperatura corporal, pero cuando se vuelve excesiva o se presenta en situaciones inusuales —como en reposo, con frío o sin actividad— puede ser una señal de alerta. Esta condición, conocida como hiperhidrosis, afecta a millones de personas en el mundo y a menudo se subestima.


En consulta vemos muchos casos de hiperhidrosis primaria en jóvenes, especialmente palmar y axilar, pero también hay casos relacionados al estrés o a condiciones médicas no diagnosticadas”, señala el dermatólogo peruano Dr. José Ramírez, especialista en sudoración excesiva en la Clínica Internacional.

  • Tipos de sudoración excesiva: no todas las causas son iguales


    La hiperhidrosis puede dividirse en dos grandes tipos:


    • Primaria o focal: suele comenzar en la adolescencia o juventud, y afecta zonas específicas como axilas, palmas, plantas o rostro. No tiene causa médica aparente, pero sí un componente hereditario y emocional.


    • Secundaria o generalizada: aparece como consecuencia de otras enfermedades o efectos secundarios de medicamentos. En estos casos, el sudor ocurre en todo el cuerpo y puede estar asociado a fiebre, hipertiroidismo, menopausia, diabetes, ansiedad o incluso cáncer.


    Según la International Hyperhidrosis Society, hasta un 5% de la población mundial vive con hiperhidrosis, y muchas personas nunca reciben diagnóstico formal debido al estigma o desconocimiento.


    El papel del estrés y la ansiedad en el sudor excesivo


    Las emociones también activan las glándulas sudoríparas. Las personas con ansiedad social, fobia escénica o estrés crónico pueden experimentar sudoración intensa en momentos de tensión emocional, incluso sin calor ambiental.


    El sudor es una respuesta fisiológica al miedo o a la anticipación de un evento estresante. No es solo nerviosismo: el cuerpo se prepara para una amenaza percibida, aunque no sea real”, explica la psicóloga clínica Zulita Dioses, especialista en ansiedad y estrés.


    Este tipo de sudoración suele manifestarse en las palmas, el rostro y las axilas, y puede volverse tan frecuente que interfiere con la vida diaria, la autoestima y las relaciones sociales.


    ¿Cuándo consultar a un especialista?


    Es recomendable acudir al médico si:


    • La sudoración es intensa y sin razón aparente.

    • Se presenta en reposo o durante el sueño.

    • Afecta zonas inusuales del cuerpo.

    • Interfiere con tu rutina, trabajo o bienestar emocional.

    • Va acompañada de pérdida de peso, fiebre, palpitaciones u otros síntomas.

    • Ha comenzado recientemente y sin antecedentes familiares.


    En Perú, clínicas como la Clínica Ricardo Palma y el Hospital Nacional Arzobispo Loayza ofrecen tratamientos integrales para hiperhidrosis, que van desde antitranspirantes médicos y terapia psicológica, hasta soluciones como inyecciones de toxina botulínica o cirugía simpatectomía en casos severos.


    ¿Qué tratamientos existen para controlarla?


    Dependiendo del tipo y gravedad, las opciones pueden incluir:


    • Antitranspirantes con cloruro de aluminio (uso médico).

    • Terapia cognitivo-conductual, para reducir el estrés que dispara el sudor.

    • Medicamentos anticolinérgicos, bajo indicación médica.

    • Iontoforesis, tratamiento físico para sudoración de manos y pies.

    • Botox (toxina botulínica), especialmente eficaz para axilas y rostro.

    • Cirugía, como último recurso.


    El impacto psicológico del sudor excesivo es real. Hay pacientes que evitan dar la mano, usar ropa clara o participar en actividades sociales por vergüenza, pero hoy existen tratamientos efectivos que mejoran mucho su calidad de vida”, concluye el Dr. Ramírez.


    Sudoración excesiva no siempre es sinónimo de un problema menor. Puede tener causas médicas o emocionales profundas que merecen atención. Consultar a un especialista no solo alivia el síntoma, sino que puede devolver la seguridad, el bienestar y la funcionalidad a quienes lo padecen.

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