top of page

¿Y si te estás autosaboteando con excusas bonitas?

  • Decir “no es el momento”, “cuando mejore”, o “quizás más adelante” puede parecer sensato… pero también puede esconder un patrón inconsciente de autosabotaje.

    ¿Y si te estás autosaboteando con excusas bonitas?
    Foto: Freepick

    ESTE ES UN JUEGO INTERACTIVO QUE RESUME LA NOTA DE ABAJO. JUEGA Y DESCUBRE DE QUÉ SE TRATA.

El autosabotaje ocurre cuando ponemos obstáculos internos a nuestro propio crecimiento o bienestar, a menudo sin darnos cuenta. Lo más complejo es que muchas de estas barreras se disfrazan de “decisiones racionales” o “formas de protección”.


El autosabotaje no siempre se ve como una resistencia directa, a veces viene disfrazado de prudencia, perfeccionismo o justificaciones que suenan razonables, pero que nos paralizan”, explica la psicóloga peruana Zulita Dioses, especialista en salud mental y desarrollo personal.


Según un informe de Psychology Today, las personas que tienden al autosabotaje suelen tener un diálogo interno negativo aprendido desde la infancia, asociado a baja autoestima, miedo al fracaso o al éxito.


Las “excusas bonitas” más comunes que detienen tu avance


Muchas veces no es que no quieras avanzar, sino que tu mente inconsciente encuentra formas aceptables de frenar tu impulso. Algunas frases frecuentes que enmascaran el autosabotaje son:


  • “Primero necesito estar al 100% antes de comenzar.”

  • “Cuando tenga más tiempo/dinero/energía lo haré.”

  • “Aún no estoy listo.”

  • “No quiero fallar, mejor espero.”

  • “Lo haré cuando todo esté perfecto.”


Estas excusas son mecanismos de defensa que buscan evitar el error, la crítica o la exposición. Pero también nos roban la posibilidad de crecer y experimentar”, señala Dioses.


¿Por qué nos autosaboteamos?


El autosabotaje suele tener raíces profundas, muchas veces vinculadas con experiencias tempranas, miedo a la desaprobación o creencias limitantes.


Entre las causas más comunes destacan:

  • Miedo al fracaso o al éxito (ambos implican cambio).

  • Perfeccionismo extremo.

  • Autoimagen negativa (“no soy suficiente”).

  • Traumas o heridas no resueltas.

  • Ambientes exigentes o críticas en la infancia.


Estudios del National Institute of Mental Health (NIMH) señalan que el autosabotaje suele aumentar en contextos de presión social alta, como el entorno académico o profesional joven, muy común en Latinoamérica.


¿Cómo detectar que te estás autosaboteando?


Estas son algunas señales que podrían indicar que te estás frenando sin darte cuenta:

  • Postergas tareas importantes sin motivo claro.

  • Empiezas proyectos con entusiasmo, pero los abandonas rápidamente.

  • Te exiges tanto que nunca crees estar “listo” para lanzarte.

  • Te comparas constantemente con otros.

  • Tomas decisiones que te alejan de lo que deseas.

  • Encuentras excusas “perfectas” para no actuar.


Si notas que tienes ideas, talentos o deseos, pero siempre encuentras razones para no materializarlos, es probable que estés en un ciclo de autosabotaje. Y cuanto más lo justificas, más profundo se vuelve”, indica la especialista.


¿Qué hacer para romper el ciclo?


Superar el autosabotaje requiere autoconciencia, compasión y práctica. Aquí algunas estrategias respaldadas por expertos:


  • Identifica tu diálogo interno: escribe las excusas que te dices y revisa su origen.

  • Haz pequeñas acciones imperfectas: no esperes estar listo al 100%.

  • Trabaja tu autoconcepto y autoestima con apoyo psicológico.

  • Reemplaza el perfeccionismo por progreso.

  • Rodéate de entornos que validen tu avance, no solo tu éxito.

  • Acepta el error como parte del crecimiento.


En Perú, programas de bienestar emocional como los del Instituto Nacional de Salud Mental o plataformas como Psicología para Todos ofrecen espacios accesibles para trabajar estas dinámicas desde una perspectiva terapéutica.


No eres flojo, ni incapaz: muchas veces solo aprendiste a tener miedo al cambio. Pero ese patrón se puede transformar si te das permiso de fallar, aprender y avanzar aunque no sea perfecto”, concluye Zulita Dioses.

Comentarios


bottom of page