top of page

Cómo hacer que nuestra Comunicación en entrevistas laborales tenga autoridad y credibilidad

  • La clave en una entrevista laboral no solo está en lo que se dice, sino en cómo se dice: la coherencia entre la comunicación verbal y no verbal define la credibilidad y puede marcar la diferencia entre destacar o pasar desapercibido.

Cómo hacer que nuestra Comunicación en entrevistas laborales tenga autoridad y credibilidad


En un proceso de selección, la comunicación verbal y no verbal son dos caras de la misma moneda. Juntas determinan si los candidatos son competentes, íntegros e idóneos para la empresa. Tanto en entrevistas presenciales como virtuales, la comunicación debe ser congruente.


La comunicación verbal exige precisión y estructura lógica. Respuestas organizadas mediante marcos como STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado) o SOAR (Situación, Objetivo, Acción, Resultado) facilitan al evaluador seguir la lógica del discurso.


La elección léxica debe priorizar verbos de acción y datos medibles. Por ejemplo: las cifras, los plazos y los resultados reducen la ambigüedad y aumentan la persuasión.


Es mejor evitar muletillas frecuentes. Por ejemplo: “eh”, “em”, “este”, “o sea”, “bueno” y sustituirlas por pausas intencionales. Esto mejora la percepción de control y dominio frente a un tema.


La paralingüística es el esqueleto de la credibilidad verbal. Velocidad, tono y volumen usados de forma estratégica enfatizan puntos clave de la información. Ritmos uniformes y excesivamente rápidos transmiten ansiedad; las cadencias monótonas transmiten desinterés. En la formación profesional se recomienda analizar nuestra paralingüística, porque mediante ella podemos subrayar logros con aumento de intensidad y modular la voz para introducir matices.


La comunicación no verbal actúa como verificador del discurso. Postura, contacto visual, micro-expresiones y sincronía gestual validan lo que se dice. Una respuesta bien construida pierde eficacia si el lenguaje corporal muestra incongruencia. Los hombros encogidos, la mirada esquiva o las manos demasiado rígidas generan disonancia cognitiva.


En entrevistas virtuales también es necesario corporizar la credibilidad. Por ejemplo: mantener contacto ocular con la cámara, iluminación adecuada y postura expandida reducen la ambigüedad y facilitan la lectura de señales no verbales.


Adaptarse al canal comunicativo es una competencia estratégica. En remoto, la voz requiere mayor proyección y articulación. El micrófono y el ancho de banda condicionan la calidad del mensaje. Antes de una entrevista virtual es necesario verificar el equipo, minimizar el ruido y escoger un fondo neutro para preservar la atención. En persona, la gestión del espacio y la postura posibilitan ajustes sincronizados con el discurso. Por ejemplo: acercarse ligeramente para enfatizar un compromiso o usar gestos ilustrativos cuando al explicar es propio de la comunicación efectiva.


Frente a preguntas difíciles, la técnica del replanteo (parafrasear y dividir el problema en componentes) da tiempo para estructurar la respuesta y demuestra capacidad analítica.

La honestidad estratégica, al momento de admitir nuestros límites, suele superar a las respuestas vagas.


La congruencia entre lo verbal y lo no verbal es el marcador más fiable de credibilidad. Un entrevistador(a) que realiza un análisis correcto del lenguaje presta atención a las redundancias, a negaciones absolutas y marcadores de improbabilidad. Los entrevistadores experimentados detectan estas huellas, las cuales permiten calibrar la verosimilitud de los discursos.


Para los candidatos es fundamental practicar con retroalimentación profesional. Algunos recursos son: grabarse, revisar el léxico, la paralingüística y los gestos, eso ayudará a la consolidación de una comunicación auténtica.


Algunas prácticas concretas que recomiendo son:

  • Preparar un elevator pitch (discurso corto y de impacto) de 20 a 30 segundos.

  • Ensayar respuestas a preguntas difíciles.

  • Controlar la respiración diafragmática.

  • Solicitar feedback de un experto.


Por último, adaptar la forma de hablar según el contexto cultural de la organización, priorizando siempre la honestidad, consolidará una imagen confiable y eficacia comunicativa.

Es así que la excelencia en entrevistas laborales sólo se logrará a través de un contenido valioso, ejecución vocal adecuada y coherencia corporal.


Convertir la comunicación en ventaja competitiva exige mucho ensayo y ética. Los mejores comunicadores dicen lo correcto con autenticidad y lo respaldan con señales no verbales congruentes, a pesar de la presión del momento.

 
 
 
bottom of page