El monstruo del azúcar de Halloween y la nutrición infantil
- Richard Aviles
- 31 oct
- 3 Min. de lectura
El consumo masivo de golosinas en una sola noche supera por mucho las recomendaciones de la OMS y MINSA.

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El mes de octubre en el Perú no solo es dedicado al Señor de los Milagros, también es un mes que en sus agonizantes días se celebra la música criolla y Halloween, los coloridos disfraces y sobre todo el azúcar son protagonistas de un fin de mes muy jocoso. Para los jefes del hogar, el desafío no solo debe de ser los gastos económicos que atraen estas festividades, sino el impacto directo de la gran ingesta de carbohidratos y si en verdad se conoce los riesgos de exposición de los niños en una sola noche de diversión.
Sobrepasando los limites del azucar
El exceso de azúcar en los niños se ha convertido en uno de los principales problemas de salud pública, contribuyendo de manera exponencial a la obesidad infantil en los últimos 15 años, esto según estudios recientes de UNICEF.
Los límites recomendados por la OMS en cuanto para niños y adultos es reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10% del consumo total, idealmente por debajo del 5%. Esto equivale a unas 6 o 7 cucharadas de azúcar, en otros términos sería de 25 a 30 gramos por día.
Si bien la mayoría de los peruanos no tienen en cuenta medir qué cantidad de azúcares consumen por día, ahora ¿cómo podemos medir la cantidad de golosinas que deben consumir nuestros niños?
Un solo puñado de dulces puede contener fácilmente más de 50 gramos de azúcar, superando por mucho las recomendaciones diarias. Esta sobrecarga momentánea es la principal responsable de elevar la glucosa en los niños y, por consecuencia, generarles irritabilidad, mal humor, hiperactividad seguida de cansancio extremo.
El dilema de los octógonos
Actualmente, la mayoría de los productos llevan octógonos con los cuales se puede identificar el nivel de azúcar y otros componentes perjudiciales para la salud, pero ¿qué hay de los caramelos y su excepción por su diminuto tamaño para llevar dicho aviso? Y sobre todo, la euforia de la celebración y de quien recolecta más golosinas durante la noche.
En una encuesta de mercado realizada antes de la implementación de los octágonos, una empresa de investigación señaló que el 84 % de los encuestados declararon que tenían la intención de cambiar sus hábitos alimenticios basándose en los sellos de advertencia.
Consejos prácticos para protegernos de los dulces
Para no arruinar la diversión de los niños y protegerlos de futuros problemas de salud, es importante la práctica de una supervisión adecuada a la hora de la ingesta de los dulces. Para ello, según estudios del MINSA, OMS y el programa de nutrición de EsSalud, se analizó cuáles podrían ser las correctas prácticas en las festividades.
La revisión de los dulces: Una vez en casa, permitir al niño elegir una pequeña cantidad (ej. 3 a 5 dulces) para esa noche. El resto debe ser guardado y consumido con moderación (no más de un dulce por día).
La cena es primero: Asegurar que el niño coma una cena saludable y nutritiva (alta en fibra y proteína) antes de salir a pedir dulces. Esto ralentiza la absorción de azúcar.
El sistema de trueque: Promover un "trueque" o "intercambio" donde el niño cambia la mayoría de sus dulces por un juguete, un libro o una salida especial.
En caso de fiesta: Si se hace una fiesta en casa, usar alternativas saludables y temáticas (frutas con formas de fantasmas, muffins de calabaza hechos en casa con menos azúcar.
Si bien los días festivos son para divertirnos y soltar un poco el estrés en casa, no debemos descuidar nuestra salud. Hay que manejar una dieta baja en azúcares y, sobre todo, si eres jefe de hogar, enseñar a los más pequeños en casa y educarlos respecto a las consecuencias que produce el exceso de azúcar y demás componentes con los que están fabricados los dulces.
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