Fatiga emocional en jóvenes: ¿por qué nos sentimos cansados sin razón?
- Deborah Astengo
- 6 ago
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Muchos jóvenes hoy en día experimentan un agotamiento constante que no mejora con el descanso físico.
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La fatiga emocional se define como una sensación persistente de agotamiento mental, apatía y falta de energía emocional. A diferencia del cansancio físico, no se resuelve durmiendo más horas o descansando el cuerpo, ya que está vinculada al sobreesfuerzo psíquico y a la carga emocional acumulada.
De acuerdo con la American Psychological Association (APA), esta forma de agotamiento suele manifestarse tras períodos prolongados de estrés, ansiedad, multitarea o exposición constante a conflictos o situaciones emocionalmente exigentes.
“Muchos jóvenes hoy no están solo cansados por hacer muchas cosas, sino por sostener una exigencia emocional continua: ser productivos, agradables, resilientes y exitosos. Eso genera desgaste”, explica la psicóloga clínica peruana Dra. Carmen Olórtegui, especializada en salud mental juvenil.
¿Por qué afecta tanto a los jóvenes?
Aunque cualquier persona puede experimentar fatiga emocional, los jóvenes enfrentan una serie de factores propios del contexto actual que aumentan su vulnerabilidad:
Sobreexposición a estímulos digitales, redes sociales y noticias negativas.
Alta presión por el rendimiento académico, profesional y social.
Inseguridad económica y laboral prolongada.
Dificultades para desconectarse o tener tiempo de calidad sin culpa.
Expectativas contradictorias de independencia y éxito a edades tempranas.
Un estudio publicado en The Lancet Global Health (2023) señala que más del 60% de los jóvenes latinoamericanos entre 18 y 29 años experimentan síntomas de agotamiento emocional frecuente, incluso sin tener una sobrecarga física evidente.
En Perú, datos del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado indican que la sensación de cansancio constante es una de las principales causas de consulta entre jóvenes universitarios y profesionales en sus primeros años laborales.
Señales de fatiga emocional a las que hay que prestar atención
Muchas veces la fatiga emocional se disfraza de desgano o pereza, pero es importante distinguirla:
Sentirse agotado al empezar el día, incluso tras haber dormido bien.
Falta de motivación o entusiasmo por cosas que antes generaban interés.
Dificultad para concentrarse, irritabilidad o apatía emocional.
Sensación de estar “al límite” sin una razón clara.
Deseos frecuentes de aislarse o “desaparecer por un tiempo”.
“Cuando hay fatiga emocional, el cuerpo está, pero la mente y las emociones no logran responder con la misma energía. La persona funciona en automático, pero con el tanque vacío”, añade la Dra. Olórtegui.
¿Cómo abordarla y recuperar el equilibrio?
La fatiga emocional no es debilidad ni flojera: es una señal del cuerpo que pide ser escuchada y cuidada. Algunas estrategias para prevenirla o tratarla incluyen:
Regular la exposición a pantallas, redes y noticias.
Establecer límites claros entre vida personal y trabajo o estudios.
Practicar técnicas de descanso emocional, como el mindfulness o la escritura terapéutica.
Buscar espacios de expresión emocional seguros y libres de juicio.
Consultar con un profesional de la salud mental si el cansancio se vuelve crónico.
Además, en el Perú existen iniciativas como el programa “Habla Franco” del Ministerio de Salud, que ofrece acompañamiento psicológico gratuito a jóvenes que atraviesan estados de ansiedad, tristeza o agotamiento mental.
“Cuidar nuestra energía emocional es tan importante como cuidar la física. Escuchar nuestras emociones y reconocer que necesitamos ayuda es un acto de salud y valentía”, concluye la especialista.
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