La salud mental en personas hiperindependientes: una soledad difícil de detectar

• Aunque suelen admirarse por su autonomía, muchas personas hiperindependientes experimentan una forma de aislamiento emocional que puede pasar desapercibida incluso para su entorno más cercano.

  

  Foto: Freepick

La hiperindependencia no es simplemente ser autosuficiente. Se trata de una respuesta emocional extrema en la que una persona evita sistemáticamente pedir ayuda o mostrarse vulnerable.

“La hiperindependencia suele desarrollarse como un mecanismo de defensa frente a traumas o situaciones donde confiar en otros no fue seguro” , explica la psicóloga clínica peruana Zulita Dioses , especialista en salud mental y trauma.

Según un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology (2021), las personas que crecieron en entornos donde sus necesidades emocionales fueron ignoradas tendencia a desarrollar patrones evitativos y una creencia profunda de que depender de alguien es peligroso .

El costo emocional de “no necesitar a nadie”

Aunque socialmente se valora la autonomía, la hiperindependencia puede conllevar un profundo sentimiento de soledad y desconexión emocional . En palabras de Dioses:

"Estas personas pueden estar rodeadas de gente, tener éxito profesional y mantener rutinas impecables, pero emocionalmente se sienten solas. Les cuesta confiar, abrirse y, sobre todo, permitirse recibir apoyo sin sentirse débiles" .

La salud mental de una persona hiperindependiente puede deteriorarse silenciosamente , ya que rara vez reconoce sus propias necesidades emocionales y tiende a minimizar el estrés, la ansiedad o la tristeza.

En el Perú, la Red de Salud Mental del MINSA ha advertido en sus boletines que “las personas que presentan dificultades para establecer vínculos de confianza sostenidos suelen tener más riesgo de padecer trastornos de ansiedad y depresión, aun cuando no los verbalicen o busquen ayuda”.

Signos de alerta: ¿cómo identificar la hiperindependencia?

Aunque puede disfrazarse de fortaleza, hay señales frecuentes:

• Rechazo sistemático a pedir ayuda, incluso en momentos críticos.

• Sensación de que mostrar vulnerabilidad es un signo de debilidad

• Tendencia a resolver todo por cuenta propia, aunque implique mayor desgaste

• Dificultad para expresar emociones o confiar en vínculos cercanos

  
  

Una persona hiperindependiente puede parecer “fuerte” desde afuera, pero en el fondo teme ser una carga para los demás o ser herida si se muestra tal cual es , señala la terapeuta estadounidense Nedra Glover Tawwab, autora del bestseller Set Boundaries, Find Peace .

¿Qué hay detrás? El vínculo con el trauma y la infancia

Las investigaciones en psicología del apego muestran que este patrón puede tener raíces en experiencias tempranas.

Según el Centro de Trauma de Harvard, la hiperindependencia suele surgir en personas que aprendieron a cuidarse solas desde muy pequeñas , ya sea por negligencia emocional, padres con problemas de salud mental o entornos inestables.

En palabras de la psicóloga Zulita Dioses:

“No se trata de culpar a los padres, sino de entender que el niño que no se sintió contenido creció creyendo que solo puede contar consigo mismo” .

¿Cómo cuidar la salud mental si soy hiperindependiente?

El primer paso es reconocer el patrón sin juicio , entender su origen y comenzar a trabajar en la autocompasión.

Las terapias centradas en el apego o el trauma relacional son particularmente efectivas , ya que ayudan a resignificar las creencias de autosuficiencia extrema. También es útil:

• Practicar pedir ayuda en espacios seguros, poco a poco

• Explorar el miedo al rechazo oa la dependencia

• Establecer relaciones basadas en reciprocidad emocional

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"Se puede ser independiente sin aislarse emocionalmente. El equilibrio está en saber que pedir ayuda no te hace débil, te hace humano", concluye la especialista.

La hiperindependencia no es sinónimo de salud mental: puede enmascarar heridas emocionales profundas . Reconocer este patrón y abrir espacios de confianza y vulnerabilidad puede ser el primer paso hacia una vida más conectada, más auténtica y emocionalmente sana.