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Las metas que te impusieron: cómo liberarte de expectativas ajenas

  • Crecer con mandatos familiares, sociales o culturales puede condicionar nuestras decisiones más profundas.


    Las metas que te impusieron: cómo liberarte de expectativas ajenas
    Foto: Freepick

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  • Desde pequeños, muchos cargamos con frases como “debes ser el orgullo de la familia”, “elige una carrera que te dé estabilidad” o “no puedes fallar”. Sin darnos cuenta, estas ideas van moldeando nuestras decisiones y formando un sistema de metas impuestas que no siempre nacen del deseo personal, sino de la presión externa o el miedo al rechazo.


    Muchas personas llegan a consulta sintiéndose frustradas sin saber por qué. Cuando profundizamos, descubrimos que han estado viviendo bajo guiones que no escribieron ellas mismas”, explica la psicoterapeuta peruana Mariana Oré, especialista en autoestima y desarrollo personal.


    El origen invisible de las expectativas ajenas


    Estas metas impuestas pueden tener múltiples orígenes:

    • Familiares: como la obligación de seguir un legado, cuidar a alguien o evitar errores del pasado.

    • Sociales: ideales de éxito, belleza o productividad que se replican en redes, medios o el entorno.

    • Culturales: roles de género, religión o estatus económico que determinan el “deber ser”.


    Según un estudio de la American Psychological Association, el 71% de los jóvenes universitarios sienten que están estudiando una carrera para cumplir las expectativas de sus padres, no por vocación.


    En el Perú, un informe de Ipsos Perú (2023) indicó que 6 de cada 10 jóvenes sienten que su futuro ya está condicionado por decisiones ajenas, especialmente en temas de carrera y estilo de vida.


    Señales de que estás viviendo metas ajenas


    Aunque no siempre es evidente, hay síntomas emocionales y conductuales que pueden alertarte:


    • Sientes culpa o ansiedad al pensar en cambiar de rumbo.

    • Postergas decisiones importantes por miedo a decepcionar.

    • Te esfuerzas por cumplir, pero no te sientes realizado.

    • Repites frases como “esto es lo que debo hacer” o “no tengo otra opción”.

    • Experimentas agotamiento emocional sin una razón aparente.


    Cuando nuestras decisiones no están alineadas con nuestro deseo auténtico, el cuerpo y la mente lo reflejan con síntomas de ansiedad, tristeza o bloqueo emocional”, señala la psicóloga Oré.


    ¿Cómo empezar a liberarte?


    Reconocer que estás cumpliendo metas ajenas no implica culpar, sino tomar conciencia. Aquí algunos pasos recomendados por especialistas:


    1. Cuestiona el origen de tus metas actuales: ¿Quién te dijo que eso era lo correcto? ¿Lo elegiste tú?

    2. Permítete fallar y probar: Salir del molde requiere romper con la necesidad de aprobación.

    3. Rodéate de espacios seguros: Conversar con personas que no juzguen tu proceso puede ser vital.

    4. Busca acompañamiento profesional: Un terapeuta puede ayudarte a descubrir lo que realmente quieres.

    5. Reconecta con lo que te apasiona, no lo que impresiona.


    Vivir tu vida de forma auténtica no significa desobedecer todo lo aprendido, sino integrar lo que resuena contigo y soltar lo que ya no te representa”, resalta la psicóloga peruana.


    ¿Y si el miedo a decepcionar te frena?


    Uno de los obstáculos más grandes al liberarse de expectativas externas es el miedo al conflicto emocional, especialmente con figuras significativas como padres, parejas o jefes. Pero este miedo es, en muchos casos, una ilusión creada por años de validación externa.


    La psicóloga española Silvia Congost, experta en autoestima, afirma:

    Agradar a todos es imposible. Intentarlo te hace perder el tiempo más valioso: el tuyo.

    Aceptar que habrá incomodidad al cambiar es parte del proceso de crecer y poner límites sanos.

    Empezar a vivir desde lo que realmente quieres no es un acto de rebeldía, sino de salud emocional. Vivir según las metas ajenas puede llevarte al éxito aparente, pero al vacío interno. En cambio, seguir tu propio camino, aunque incierto, da sentido a tu vida.

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