Limerencia: el apego obsesivo que se disfraza de amor a primera vista
- Redacción Qhali

- 6 ago
- 2 Min. de lectura
Si bien puede confundirse con el enamoramiento repentino, la limerencia es un estado emocional caracterizado por la obsesión, la ansiedad y la necesidad intensa de ser correspondido. Aunque no goza de mucha popularidad, afecta a muchas personas.

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Eventos cotidianos como un cruce de miradas, una conversación trivial o una interacción en redes sociales podrían desencadenar una obsesión emocional inesperada en alguien. Sí, incluso sin haber compartido diálogo con la otra persona. Aunque podría confundirse con ‘amor a primera vista’, este fenómeno tiene nombre: limerencia.
El término fue acuñado en 1979 por la psicóloga estadounidense Dorothy Tennov, en su libro Amor y limerencia: la experiencia de estar enamorado. Allí se hace referencia a un estado emocional caracterizado por una necesidad intensa de reciprocidad romántica, acompañada de idealización y angustia. La diferencia entre una etapa temprana del enamoramiento y la limerencia es la naturaleza obsesiva de la segunda.
“La limerencia es un estado psicológico de enamoramiento intenso y obsesivo hacia otra persona”, explica el psicoterapeuta Lucas Saiter, fundador de Manhattan Therapy NYC, para Vogue.
Una experiencia intensa y adictiva
Las personas que experimentan limerencia suelen pasar por tres fases: una atracción repentina e idealizada, una montaña rusa emocional marcada por ansiedad y esperanza, y, finalmente, un desgaste emocional cuando la conexión no se concreta o no va de la mano con las expectativas.
Además del componente psicológico, hay factores biológicos implicados. La dopamina, sustancia cerebral relacionada con el placer anticipado, se libera en situaciones de incertidumbre. Esta activación neurológica se parece mucho a la que ocurre en otras formas de adicción.
“Los síntomas frecuentes son la idealización extrema, pensamientos intrusivos sobre la otra persona, cambios de ánimo según la atención (o silencio) que recibes, y miedo al rechazo, ansiedad y fantasías continuas”, menciona Esther Jiménez García, Psicóloga General Sanitaria, para Psicología y Mente.
Este patrón es especialmente frecuente en personas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), quienes presentan mayor sensibilidad emocional, dificultad para gestionar la espera y una fuerte necesidad de estimulación.

¿Cómo se trabaja con la limerencia?
Superar la limerencia no se trata solo de dejar de pensar en alguien, sino de identificar por qué se generó aquel vínculo emocional desproporcionado, muchas veces sin fundamento real evidente. La terapia psicológica enfocada en trauma, apego y vínculos ofrece herramientas útiles.
Entre los pasos más importantes podemos encontrar: nombrar el proceso sin culpabilizarse, identificar las proyecciones emocionales asignadas a la otra persona, revisar creencias sobre el amor construidas desde la infancia y fortalecer la autonomía emocional.
“Muchas personas viven esto en silencio, creyendo que sienten ‘demasiado’, que algo no va bien. Pero comprender este patrón puede ser el primer paso para dejar de repetirlo”, comenta Esther Jiménez García en Psicología y Mente.
La limerencia es una señal de que algo más profundo está pidiendo atención dentro de nosotros. No es amor, sino obsesión. Comprenderla es el primer paso para construir vínculos más sanos, reales y sostenibles.
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