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¿Te despiertas con dolor muscular sin haber hecho ejercicio? Causas ocultas

  • Despertar con el cuerpo adolorido sin haber realizado actividad física intensa es más común de lo que se piensa.

    ¿Te despiertas con dolor muscular sin haber hecho ejercicio? Causas ocultas
    Foto: Freepick

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    Despertar con dolor muscular sin causa aparente puede ser una señal de que algo en tu cuerpo o mente no está funcionando adecuadamente. Aunque muchas personas lo atribuyen al estrés o a una mala postura al dormir, los expertos advierten que este tipo de molestias persistentes pueden estar relacionadas con afecciones subyacentes que requieren atención médica.


    Según la Clínica Mayo, la fatiga muscular matutina sin esfuerzo físico previo puede estar asociada a alteraciones del sueño, deficiencias nutricionales, trastornos hormonales o estrés crónico. La sensación de “haber corrido una maratón” sin haber salido de la cama, puede ser una señal de alerta.


    Posibles causas: desde la mente hasta la bioquímica


    1. Trastornos del sueño


    Dormir mal no solo genera cansancio: interrumpe los ciclos de reparación muscular y renovación celular, lo que puede traducirse en dolor corporal. El Instituto del Sueño de España indica que los microdespertares, el insomnio o la apnea obstructiva del sueño son factores que influyen en la tensión y rigidez muscular matutina.

    El cuerpo entra en un estado de alerta constante si no hay descanso profundo. Eso causa inflamación y tensión muscular, aunque no hayas hecho ejercicio”, explica el Dr. Edgardo Llosa, neurólogo peruano especializado en trastornos del sueño.


    2. Estrés crónico y somatización

    El estrés sostenido genera un exceso de cortisol, la hormona del estrés, que puede provocar contracturas musculares nocturnas y rigidez corporal al despertar. Además, muchas personas tensionan su cuerpo inconscientemente al dormir, especialmente en cuello, mandíbula y espalda.

    El cuerpo guarda lo que la mente no procesa. Si no manejamos el estrés, el cuerpo encuentra su forma de hablar, y muchas veces lo hace con dolor”, comenta la psicóloga clínica Zulita Dioses, desde Lima.


    3. Déficit de magnesio y otras vitaminas

    La nutrición juega un papel clave. Según Harvard Health Publishing, una baja concentración de magnesio, vitamina D o potasio puede generar dolor muscular generalizado. Estos nutrientes son esenciales para la función muscular adecuada, y su deficiencia puede pasar desapercibida por años.


    ¿Podría tratarse de una condición más compleja?


    Sí. Entre los diagnósticos diferenciales que los médicos deben considerar están:

    • Fibromialgia: caracterizada por dolor muscular crónico y fatiga, incluso al despertar. Afecta en su mayoría a mujeres entre 20 y 50 años.

    • Síndrome de fatiga crónica: según la OMS, provoca dolor corporal, cansancio extremo y trastornos del sueño, sin causa médica clara.

    • Hipotiroidismo: una alteración de la glándula tiroides que puede causar dolor muscular, letargo y rigidez, especialmente por las mañanas.


    Si el dolor es diario, no mejora con descanso y afecta tu calidad de vida, es necesario buscar atención médica para descartar patologías subyacentes”, advierte el Dr. Llosa.


    Recomendaciones para aliviar el dolor muscular matutino


    • Evalúa tu calidad de sueño: revisa si duermes en una postura ergonómica, con almohadas adecuadas y sin interrupciones.

    • Reduce el estrés antes de dormir: practica respiración consciente o meditación guiada.

    • Consulta tus niveles de vitaminas y minerales: especialmente magnesio, potasio, hierro y vitamina D.

    • Mantente hidratado: la deshidratación también puede generar calambres y rigidez.

    • Busca ayuda profesional si el dolor es persistente: no normalices el malestar corporal constante.


    Despertar con dolor muscular sin haber hecho ejercicio no es normal ni debería ignorarse. Aunque el estrés, la postura o el mal descanso pueden ser responsables, también existen causas médicas que merecen atención. Escuchar a tu cuerpo, atender tus emociones y consultar con especialistas son pasos clave para recuperar el bienestar físico y emocional.

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