¿Tus migrañas están relacionadas con lo que comes?
- Redacción Qhali
- 15 sept
- 3 Min. de lectura
La conexión entre alimentación y cefaleas es más común de lo que se cree. Conoce los principales desencadenantes y cómo identificarlos para evitar recaídas.

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Las migrañas no siempre aparecen sin aviso. Aunque el estrés, la falta de sueño o los cambios hormonales son factores conocidos, la alimentación también cumple un papel clave en el inicio de estos intensos episodios de dolor de cabeza. Sin embargo, pocos asocian lo que consumen con este malestar crónico.
Los alimentos que podrían desencadenar una migraña
Diversos estudios han comprobado que ciertos alimentos pueden desencadenar migrañas en personas predispuestas. Entre los más reportados se encuentran:
Chocolate
Quesos curados
Embutidos
Comidas ultraprocesadas
Bebidas con cafeína o alcohol
Alimentos ricos en glutamato monosódico (MSG)
Según la Fundación Americana de la Migraña, “el 30% de las personas que sufren de migrañas tiene al menos un alimento detonante identificado”.
En Perú, la nutricionista María Alejandra Salazar, especialista en alimentación funcional, explica que “es común que pacientes con migrañas frecuentes no identifiquen sus disparadores. Pero al llevar un diario de alimentos y síntomas, muchos descubren patrones claros relacionados a lo que consumen”.
El rol de la histamina y la sensibilidad alimentaria
Algunos pacientes no sufren alergias propiamente dichas, pero sí presentan intolerancias leves o sensibilidades, lo que produce una reacción inflamatoria que termina en migraña.
Especialistas de la Mayo Clinic han señalado que “el consumo elevado de alimentos ricos en histamina, como el vino tinto, el pescado ahumado o los fermentados, puede provocar dolores de cabeza en personas sensibles”.
Subrayado en Perú, algunos laboratorios ofrecen pruebas para detectar intolerancias alimentarias no mediadas por IgE. No obstante, la doctora Salazar recomienda no confiar únicamente en estos exámenes, sino realizar “un monitoreo consciente y supervisado por un especialista, que incluya cambios paulatinos en la dieta”.
Estrés, microbiota y alimentación: una combinación peligrosa
Hoy se sabe que el sistema digestivo y el cerebro están profundamente conectados. Este eje intestino-cerebro puede influir en cómo se desencadenan las migrañas, sobre todo si hay disbiosis intestinal o inflamación crónica de bajo grado.
Investigaciones de la Universidad de Stanford advierten que “una microbiota alterada puede afectar la respuesta neurológica a ciertos alimentos, exacerbando síntomas como la migraña”.
En esa línea, la especialista peruana añade: “Una dieta rica en ultraprocesados no solo aumenta la inflamación, sino que también desequilibra la flora intestinal, lo que puede impactar directamente en la frecuencia y severidad de las migrañas”.
Qué hacer si sospechas una relación entre lo que comes y tus migrañas
La mejor forma de actuar es de forma preventiva y personalizada. Los pasos sugeridos incluyen:
Llevar un diario de alimentación y síntomas.
Evitar ayunos prolongados.
Disminuir el consumo de cafeína, alcohol y ultraprocesados.
Incluir alimentos antiinflamatorios (frutas, vegetales, omega 3).
Consultar con un médico y un nutricionista especializado.
Lo más importante es no automedicarse ni eliminar grupos de alimentos sin supervisión, ya que esto podría empeorar el cuadro.
“Las migrañas pueden tener múltiples causas, pero cada vez hay más evidencia de que la alimentación influye significativamente en su aparición. Es necesario individualizar cada caso y trabajar en conjunto con profesionales de salud”, concluye la nutricionista Salazar.
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