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¿Un cabezazo en el fútbol puede cambiar tu cerebro? La ciencia comienza a preocuparse

  • Aunque parece una jugada inofensiva, cabecear el balón podría afectar el cerebro más de lo que creemos. Un estudio advierte sobre cambios sutiles que, con el tiempo, podrían tener consecuencias en la salud de los futbolistas.

¿Un cabezazo en el fútbol puede cambiar tu cerebro? La ciencia comienza a preocuparse
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Los amantes del fútbol son conscientes de como un cabezazo puede cambiar por completo la historia de un partido. Un cabezazo para defender la portería, o incluso para anotar un gol que quede en el recuerdo. ¿Pero acaso alguien ha pensado en las consecuencias que puede traer para los futbolistas, el cabecear un balón?


El estudio de Sports Medicine – Open


Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Sídney y la Universidad de Queensland descubrió que cabecear un balón de forma repetida puede generar cambios sutiles en la química del cerebro.


El experimento se realizó con 15 futbolistas varones. A cada uno se le pidió que cabeceara el balón 20 veces en 20 minutos, con balones lanzados a velocidad constante desde una máquina. Luego, pasaron por pruebas de imagen cerebral y análisis de sangre. Finalmente se realizó una comparación con otra sesión en la que solo patearon el balón.


Los resultados sorprendieron. Las resonancias magnéticas mostraron alteraciones en una región del cerebro relacionada con el movimiento corporal. Además, se detectó una leve reducción en la conductividad eléctrica en áreas clave, lo que sugiere que el cabeceo puede afectar cómo el cerebro transmite información y usa energía.


“Estos hallazgos sugieren que incluso el rumbo rutinario y sin síntomas puede producir cambios sutiles en el cerebro. El siguiente paso es entender si estos cambios se acumulan con el tiempo, y lo que eso podría significar para la salud de los jugadores a largo plazo”, expresó en un comunicado de prensa la investigadora principal, Danielle McCartney, investigadora postdoctoral asociada de la Iniciativa Lambert para la Terapéutica con Cannabinoides de la Universidad de Sídney.

Pero eso no fue todo. Los análisis de sangre revelaron un aumento en dos proteínas: la GFAP (proteína ácida fibrilar glial) y la NFL (luz de neurofilamento), ambas asociadas con daño cerebral y mayor riesgo de desarrollar demencia. Aunque los niveles detectados fueron mucho menores que los que se observan en personas con conmoción cerebral o enfermedades neurodegenerativas, la sola presencia de estas proteínas ya es motivo de atención.


“Nuestra conclusión de la mayor presencia de estas proteínas, y del estudio en general, es que cabecear la pelota puede causar una interrupción sutil en las células cerebrales, incluso sin síntomas obvios”, declaró en un comunicado de prensa el investigador principal, Nathan Delang, investigador postdoctoral de la Universidad de Queensland.

Medidas a tomar con el cabezazo en el fútbol


Los responsables del estudio proponen restringir la práctica repetitiva del cabeceo durante los entrenamientos. Además, resaltan la urgencia de investigar a fondo cómo ciertos patrones de impacto podrían afectar al cerebro con el paso del tiempo.


Frente a estos hallazgos, países como Estados Unidos y el Reino Unido ya han comenzado a tomar medidas. En ambas naciones existen restricciones para que los jugadores más jóvenes no practiquen cabeceos de forma regular. El objetivo no es eliminar una parte esencial del fútbol, sino entender sus riesgos y proteger la salud cerebral de los futbolistas, especialmente durante su etapa de desarrollo. Porque tal vez un cabezazo no solo cambie la historia de un partido, sino también la historia de una vida.


*El estudio se titula "The Acute Effects of Non‑concussive Head Impacts on Brain Microstructure, Chemistry and Function in Male Soccer Players: A Pilot Randomised Controlled Trial", y fue publicado el 18 de junio de 2025 en la revista Sports Medicine – Open.

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