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¿Un recipiente corroído podría acabar con tu vida?: así puede el plomo acumularse lentamente en tu cuerpo

  • Beber diariamente de un termo deteriorado llevó a un hombre en Taiwán a desarrollar una grave intoxicación por plomo, la cual acabó con su vida.

¿Un recipiente corroído podría acabar con tu vida?: así puede el plomo acumularse lentamente en tu cuerpo
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jb v

El beber café, agua o gaseosas en tu termo suena a una práctica cotidiana e inofensiva. Sin embargo, cuando ese termo presenta señales de desgaste o corrosión, puede transformarse en un peligro silencioso y aunque no lo crea, también mortal para nuestra salud. Así lo demuestra el caso de un hombre en Taiwán que falleció por una neumonía, causada por una intoxicación crónica por el plomo acumulado tras más de diez años usando el mismo termo metálico.


El paciente presentó síntomas persistentes como fatiga, dolor abdominal y entumecimiento en las extremidades, los cuales se agravaron al punto de comprometer su sistema inmunológico. Análisis clínicos revelaron niveles inusualmente altos de plomo en su sangre. Poco después, su cuerpo no logró resistir una infección pulmonar común, que finalmente provocó su muerte.

 

El plomo: una amenaza silenciosa


Los médicos que atendieron el caso identificaron el termo como la principal fuente de contaminación. Aunque era lavado con frecuencia, el desgaste interno liberaba pequeñas partículas de plomo, especialmente al contacto con bebidas ácidas o carbonatadas. “El termo estaba visiblemente corroído. Bebidas como la cola podrían haber facilitado la liberación del plomo”, advirtieron los especialistas.


Intoxicaciones como estas no suelen presentar señales inmediatas, lo que la convierte en una amenaza sigilosa. Su acumulación progresiva afecta el sistema nervioso, los riñones, el hígado y el sistema inmune. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el plomo es responsable de cerca de un millón de muertes anuales.


“El plomo, que apenas presenta síntomas al principio, causa estragos silenciosos en la salud y el desarrollo de los niños, con consecuencias posiblemente fatales”, declaró Henrietta Fore, exdirectora ejecutiva de UNICEF.

Entre los síntomas más frecuentes de intoxicación crónica por metales pesados se incluyen náuseas, debilidad muscular, fiebre intermitente, pérdida de apetito, y alteraciones neurológicas o renales.


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Qué hacer para evitar estos riesgos


  • Evitar el uso de termos con óxido, abolladuras o rayaduras internas.

  • No almacenar bebidas ácidas o gaseosas en envases de metal deteriorado.

  • Cambiar los recipientes cada 2 o 3 años si se usan con frecuencia.

  • Verificar que los productos estén certificados como libres de plomo y aptos para el contacto con alimentos.

 

El riesgo está en lo cotidiano


El caso de Taiwán evidencia que una rutina aparentemente inofensiva puede generar consecuencias fatales cuando no se presta atención a los detalles. Ante cualquier síntoma persistente o uso prolongado de envases en mal estado, el consultar a un médico es fundamental. En materia de salud, no existe recurso más seguro que la prevención.

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