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Vive el ahora: Libérate de la ansiedad por el futuro

  • La ansiedad por lo que vendrá afecta nuestro bienestar diario. Sin embargo, existen herramientas prácticas para aprender a soltar el control, aceptar la incertidumbre y disfrutar del aquí y el ahora.

    Futuro
    Foto: Freepik


En un mundo donde todo avanza con rapidez, muchas personas viven atrapadas en un estado constante de preocupación por lo que aún no ocurre. El futuro —con sus incertidumbres laborales, financieras o personales— se convierte en una fuente continua de ansiedad. Pero, según expertos en bienestar y salud mental, vivir una vida más plena y tranquila depende, en gran parte, de aprender a estar presentes.

“La incertidumbre es una de las principales causas de preocupación porque nos enfrentamos a lo desconocido y no podemos controlarlo. Y eso, naturalmente, genera miedo”, explica la psicóloga clínica Mariana García. Sin embargo, adoptar ciertos hábitos puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la calidad de vida.

Claves para dejar de preocuparse por el futuro:


  1. Practicar mindfulness o atención plena: Dedicar unos minutos al día para conectar con la respiración, observar los pensamientos sin juzgarlos y sentir el cuerpo, ayuda a centrar la mente en el presente. “El mindfulness permite observar lo que está ocurriendo sin anticiparse a lo que podría pasar”, sostiene García.

  2. Aceptar la incertidumbre: Aceptar que no todo puede preverse ni controlarse disminuye el miedo. En lugar de resistir lo incierto, se trata de aprender a convivir con ello y centrarse en lo que sí es posible manejar hoy.

  3. Establecer metas sin apego: Tener objetivos y planificar el futuro es saludable, pero no se trata de aferrarse a cada paso. “Trazar un rumbo brinda sentido y dirección, pero debemos tener flexibilidad para adaptarnos”, indica la especialista.

  4. Practicar la gratitud: Valorar lo que se tiene en el presente transforma la percepción. Escribir a diario tres cosas por las que uno se siente agradecido puede cambiar el foco de la mente hacia lo positivo y reducir la ansiedad por lo que aún no llega.

  5. Buscar ayuda si es necesario: Si la preocupación se vuelve constante e inmanejable, pedir apoyo profesional es clave. Un psicólogo o terapeuta puede brindar herramientas específicas para gestionar la ansiedad y fortalecer la conexión con el presente.

“El presente es lo único que realmente tenemos”, concluye García. “Si aprendemos a habitarlo, reducimos el peso del futuro y ganamos en bienestar y paz interior”.

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