Cómo afecta tu salud mental vivir en modo multitasking todo el tiempo
- Deborah Astengo
- 13 jun
- 3 Min. de lectura
Aunque se valora como una habilidad útil, mantenernos constantemente en modo multitarea puede tener un alto costo para nuestra salud emocional y cognitiva.

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En una sociedad que premia la productividad, el multitasking (o multitarea) se ha convertido en una práctica casi automática. Responder correos mientras se está en una videollamada, cocinar mientras se revisan mensajes o consumir contenido mientras se trabaja, se ha vuelto común. Sin embargo, vivir constantemente en este estado de atención dividida puede deteriorar funciones clave del cerebro, aumentar la ansiedad y reducir nuestra calidad de vida.
El mito de la eficiencia: el multitasking no es lo que parece
Contrario a lo que se suele pensar, nuestro cerebro no realiza múltiples tareas al mismo tiempo, sino que cambia rápidamente entre una y otra. Esta alternancia, conocida como task-switching, genera un desgaste cognitivo y aumenta los niveles de estrés, según estudios del American Psychological Association (APA).
Una investigación de la Universidad de Stanford demostró que las personas que se identifican como "multitaskers crónicos" tienen más dificultad para filtrar información irrelevante, organizar pensamientos y cambiar de tarea de forma eficiente. Subrayado: En lugar de ganar tiempo, el multitasking genera una falsa sensación de productividad que puede afectar nuestra concentración y bienestar emocional.
El impacto emocional de una mente dividida
El multitasking continuo no solo afecta la memoria y la atención: también incrementa los niveles de ansiedad y reduce la capacidad de disfrutar del presente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que esta constante fragmentación mental puede vincularse con síntomas de burnout, insatisfacción general y sensación de vacío.
La psicóloga peruana Mariana Zegarra, especializada en neuropsicología y salud mental, explica:
“Cuando estamos en multitasking todo el día, estamos en un estado de alerta permanente. El sistema nervioso no tiene oportunidad de recuperarse, y eso tiene efectos directos en el estado de ánimo, el sueño y la capacidad de autorregulación”.
Además, según una encuesta del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, el 67% de los jóvenes peruanos entre 18 y 30 años reportan sentirse abrumados por la necesidad de “hacerlo todo a la vez”, especialmente en entornos digitales.
¿Qué podemos hacer para salir del modo multitasking?
Para reducir los efectos nocivos del multitasking, diversos especialistas en salud mental y neurociencia recomiendan incorporar prácticas de atención plena (mindfulness), establecer límites digitales y priorizar tareas en bloques de tiempo. Aquí algunos consejos prácticos:
Practicar la monotarea: Dedicar 25 minutos a una sola tarea (técnica Pomodoro), sin distracciones.
Pausas conscientes: Hacer pausas entre tareas para respirar, estirarse o simplemente no hacer nada.
Apagar notificaciones: Minimizar interrupciones externas ayuda a mantener el foco.
Rutinas sin pantallas: Reservar al menos una hora al día lejos de dispositivos digitales.
Ejercicios de respiración y meditación guiada, como los que ofrece la app peruana Respira Libre, pueden ser herramientas útiles para calmar la mente.
Redefinir la productividad: más no es mejor
Expertos del Center for Humane Technology señalan que el verdadero rendimiento mental no proviene de hacer muchas cosas a la vez, sino de hacer una con atención plena. En la misma línea, el psicólogo clínico y autor Daniel Goleman, conocido por su trabajo sobre inteligencia emocional, enfatiza que:
“La atención es un recurso limitado. Donde la ponemos, determina la calidad de nuestra vida emocional y nuestra salud mental”.
Vivimos en un entorno que glorifica la rapidez y la eficiencia, pero esto no siempre se traduce en bienestar. A medida que más estudios revelan los efectos perjudiciales del multitasking, revalorizar la concentración, el descanso y la atención plena se vuelve clave para cuidar nuestra salud mental.
Reducir el multitasking no significa ser menos capaz, sino más consciente. En un mundo saturado de estímulos, la verdadera fortaleza está en poder estar presentes.
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