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Trastornos del sueño en jóvenes sin insomnio: cuando dormir no es descansar

  • En muchos jóvenes, el sueño se convierte en una rutina mecánica que no restaura la energía ni mejora el estado de ánimo.


    Trastornos del sueño en jóvenes sin insomnio: cuando dormir no es descansar
    Foto: Freepick

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  • Cada vez más jóvenes reportan cansancio, niebla mental, irritabilidad o falta de motivación a pesar de dormir "lo suficiente". Este fenómeno se ha vuelto frecuente y no siempre está relacionado con el insomnio. El problema radica en la calidad del sueño y la presencia de trastornos menos evidentes.


    Según datos de la American Academy of Sleep Medicine , uno de cada tres jóvenes adultos padece algún tipo de trastorno del sueño sin ser consciente de ello , como sueño fragmentado, síndrome de piernas inquietas, apnea leve o alteraciones del ciclo circadiano.


Muchos adolescentes y adultos jóvenes creen que descansar es simplemente cerrar los ojos durante la noche, pero no entienden que el cuerpo necesita fases específicas de sueño profundo para repararse , y muchas veces no se llega a esas fases por múltiples factores”, explica la doctora Lorena Chávez , neuróloga peruana especializada en medicina del sueño.

  • ¿Qué son los trastornos del sueño sin insomnio?


    A diferencia del insomnio clásico —dificultad para iniciar o mantener el sueño—, estos trastornos ocurren mientras la persona duerme aparentemente bien, pero su organismo no entra adecuadamente en las fases profundas del descanso.


    1. Sueño sin reparador

    Es uno de los trastornos más comunes. La persona duerme el tiempo adecuado, pero se despierta con la sensación de agotamiento físico y mental. Puede estar relacionado con ansiedad, estrés crónico o desregulación hormonal.


    2. Apnea del sueño leve o central

    Aunque suele asociarse a adultos mayores o personas con sobrepeso, la apnea también afecta a jóvenes y deportistas. Consiste en microinterrupciones respiratorias durante el sueño que impiden alcanzar la fase REM, vital para la memoria y la regeneración cerebral.


    3. Síndrome de fase del sueño retrasado

    Muy común en adolescentes y universitarios. El reloj biológico está desfasado y el cuerpo quiere dormir en horarios no convencionales (por ejemplo, de 3 am a 11 am), lo que genera un conflicto con la rutina académica o laboral.


    Causas frecuentes: más allá de lo físico


    Varios factores contribuyen al sueño no reparador en jóvenes, entre ellos:

    • Estrés académico o emocional constante.

    • Sobreexposición a pantallas antes de dormir.

    • Consumo nocturno de cafeína o estimulantes.

    • Altos niveles de cortisol durante la noche.

    • Ansiedad anticipatoria o rumiación mental.


    La salud del sueño no depende solo de dormir ocho horas. También influye el ambiente emocional con el que llegamos a la cama y la higiene del sueño que mantenemos a diario ”, advierte la psicóloga Fiorella Ruiz , terapeuta del Instituto del Sueño del Perú.


    Señales de alerta que podrían pasar desapercibidas


    • Te levantas cansado incluso después de dormir 7-9 horas.

    • Tienes dolores musculares o de cabeza matutinos frecuentes.

    • Sientes somnolencia durante el día, incluso sin hacer esfuerzos.

    • Tienes dificultades para concentrarte o memorizar información.

    • Te irritas con facilidad o experimentas cambios bruscos de humor.


    Si presenta estos síntomas, es clave consultar con un médico o especialista en sueño.


    ¿Cómo mejorar la calidad del descanso?


    • Evite pantallas al menos 1 hora antes de dormir.

    • Establece una rutina nocturna consistente , incluso los fines de semana.

    • No consumas cafeína después de las 5 pm.

    • Medita o escribe un diario emocional para calmar la mente.

    • Consulte con un especialista si el cansancio persiste por más de dos semanas.


    " No debemos normalizar el agotamiento crónico en jóvenes. Dormir sin descansar es una señal de alerta que muchas veces precede a trastornos más complejos, como la ansiedad o la depresión ”, añade la doctora Chávez.


    Dormir no siempre significa descansar. En los jóvenes, el estrés, los hábitos digitales, el estilo de vida acelerado y los factores fisiológicos están afectando profundamente la calidad del sueño. Reconocer estos signos a tiempo y priorizar un descanso consciente puede marcar la diferencia entre una vida funcional y una marcada por el agotamiento crónico.



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