Desayunar después de las 9 puede alterar tu metabolismo, según la ciencia
- Redacción Qhali
- hace 14 horas
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Estudios recientes advierten que retrasar la primera comida del día desajusta el ritmo hormonal y aumenta el riesgo de enfermedades, como la diabetes tipo 2.

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Desayunar después de las 9 de la mañana podría parecer un hábito inofensivo, pero para el cuerpo representa una señal de estrés. Diversas investigaciones científicas advierten que postergar la primera comida del día altera los ritmos circadianos, eleva los niveles de cortisol y puede perjudicar la salud metabólica a largo plazo.
Estudios publicados en revistas especializadas como American Journal of Physiology, Endocrinology and Metabolism y Stress analizan este patrón y sus consecuencias. En esa misma línea, el endocrinólogo Francisco Rosero advierte que desayunar pasada esa hora afecta directamente el metabolismo.
“Nunca desayunes después de las 9 de la mañana si quieres sanar tu metabolismo”, señaló Rosero en declaraciones recogidas por Men’s Health.
El rol del cortisol en el metabolismo
El cortisol es una hormona fundamental que el cuerpo produce de forma natural en las glándulas suprarrenales, ubicadas sobre los riñones. Actúa como un mensajero químico que viaja por la sangre y participa en funciones esenciales como la regulación del estrés, el metabolismo y el nivel de glucosa.
Francisco Rosero señala que esta hormona alcanza su punto máximo entre las 4 y las 9 de la mañana. Después de ese rango horario, debería comenzar a disminuir. Sin embargo, si el desayuno se retrasa, el cuerpo interpreta la ausencia de alimento como una situación de estrés, lo que impide que el cortisol baje y mantiene su nivel elevado por más tiempo.
“Cuando hay exceso de cortisol, nuestro cuerpo produce glucosa y se elevan los niveles de azúcar en la sangre”, indicó Rosero.
Este desequilibrio, si se mantiene en el tiempo, puede alterar el funcionamiento metabólico y contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas, como la diabetes o el sobrepeso. Por ello, los expertos recomiendan realizar la primera comida dentro de ese margen natural en que el cuerpo espera recibir energía.
Riesgo elevado de diabetes tipo 2

Una investigación publicada en el International Journal of Epidemiology siguió a más de 100.000 adultos durante siete años. El estudio concluyó que quienes desayunaban habitualmente después de las 9 presentaban un 59 % más de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con quienes lo hacían antes de las 8.
La investigación no encontró una relación similar con la hora de la cena, lo que refuerza la importancia del desayuno como señal clave para activar el metabolismo. Los autores señalan que consumir la primera comida en las primeras horas del día permite sincronizar mejor la alimentación con los ritmos circadianos y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Más efectos en la salud general
Una revisión publicada en ScienceDirect en agosto de 2025 recogió pruebas sobre los efectos negativos del desayuno tardío. Saltarse esta comida o realizarla muy tarde puede alterar el metabolismo, favorecer la obesidad, afectar la microbiota intestinal y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
El estudio también advierte sobre consecuencias cognitivas, trastornos del estado de ánimo, bajo rendimiento físico y deterioro en la salud ósea. En contraste, un desayuno temprano y constante ayuda a sincronizar las hormonas con los ciclos naturales del cuerpo, promoviendo un funcionamiento más saludable a través de la crononutrición.
En resumen, la evidencia científica coincide en que el momento en que se ingieren los alimentos es tan importante como su calidad. Mantener una rutina alimentaria en sintonía con los ritmos circadianos puede ser determinante para conservar un metabolismo equilibrado y prevenir enfermedades a largo plazo.
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