No tengo energía social”: el auge del descanso emocional entre jóvenes
- Deborah Astengo
- 2 jun
- 3 Min. de lectura
Diversos estudios demuestran que incorporar momentos de silencio en el día puede tener un impacto positivo en la salud mental, la concentración y el bienestar emocional.
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La “energía social” es un concepto que alude a la capacidad emocional que una persona tiene para interactuar con otros , participar en eventos o mantener vínculos activos. Cuando esta energía se agota, aparecen sensaciones como irritabilidad, fatiga emocional y necesidad de aislamiento temporal .
Según un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología (APA), más del 60% de jóvenes entre 18 y 30 años reportaron sentirse sobreestimulados socialmente tras la pandemia, optando por “pausas emocionales” como mecanismo de autorregulación.
“El descanso emocional no es pereza ni falta de interés, sino una forma de preservarse frente a la sobreexigencia afectiva y social” , explica la psicóloga clínica Zulita Dioses , especialista en salud mental juvenil en Perú.
El impacto del agotamiento emocional en la generación Z
La llamada “generación del burnout emocional” parece haber normalizado la sensación de saturación. Redes sociales, mensajes constantes, presión por estar disponibles y cumplir con expectativas sociales crean un entorno en el que desconectarse se vuelve una necesidad, no un lujo .
Una encuesta de la Mental Health Foundation del Reino Unido reveló que 8 de cada 10 jóvenes sienten la necesidad de alejarse temporalmente de entornos sociales para cuidar su salud mental . En Latinoamérica, datos de Ipsos Perú mostraron que el 57 % de los jóvenes entre 18 y 29 años prefieren evitar reuniones sociales cuando se sienten emocionalmente cargados , priorizando su bienestar individual.
"Los jóvenes están aprendiendo a poner límites emocionales. No se trata de rechazar vínculos, sino de administrarlos de forma saludable" , comenta Luis Paredes , psicólogo y docente universitario en Lima.
Descanso emocional: ¿moda o necesidad?
Aunque el término ha ganado popularidad en redes sociales como TikTok bajo hashtags como #SocialBattery o #RestDay, su fundamento es clínico. Especialistas en neurociencia afirman que el cerebro necesita pausas no solo físicas, sino también emocionales , especialmente cuando se enfrenta a múltiples estímulos sociales.
El Instituto de Neurociencia de Nueva York ha publicado investigaciones que indican que el aislamiento breve y voluntario puede mejorar la claridad mental, la empatía y la regulación emocional , siempre que no derive en aislamiento prolongado o depresión.
En Perú, profesionales como Zulita Dioses destacan que es fundamental enseñar a los jóvenes que descansar emocionalmente no los hace egoístas ni débiles , sino que fortalece su capacidad de sostener relaciones saludables en el tiempo.
¿Cómo practicar el descanso emocional?
Identifica tus límites : aprende a reconocer cuándo te sientes agotado o irritado por la interacción constante.
Agenda momentos de pausa : Dedica espacios del día a estar contigo mismo, sin necesidad de responder mensajes o asistir a eventos.
Comunica con honestidad : Puedes decir “necesito un momento a solas” sin sentir culpa.
Haz actividades que recarguen tu energía : leer, caminar, escuchar música o simplemente descansar en silencio.
Busca apoyo profesional si el aislamiento es persistente : El descanso emocional es útil si es temporal y voluntario, no si es producto de ansiedad social o depresión.
El auge del descanso emocional entre los jóvenes no es un signo de fragilidad, sino de madurez emocional . Implica reconocer los propios límites, poner en pausa el deber constante de complacer y comenzar a priorizar el bienestar interno.
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