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Respirar aire contaminado podría aumentar el riesgo de desarrollar problemas en el cerebro

  • Un estudio reciente demuestra que la exposición prolongada a partículas contaminantes en el aire podría estar vinculada a un mayor riesgo de desarrollar problemas cerebrales.


Respirar aire contaminado podría aumentar el riesgo de desarrollar problemas en el cerebro
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Aneurismas y aire contaminado

En varias ciudades del Perú, especialmente en Lima, el aire sigue contaminado. La mayoría de las partículas dañinas provienen del humo de los vehículos, industrias y la quema de combustibles. Estas partículas quedan atrapadas cerca del suelo por el clima y la geografía, empeorando la calidad del aire.


Entre enero y abril de 2025, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) emitió 248 alertas por mala calidad del aire en el país. Lima encabezó la lista con 181 alertas registradas en la estación de monitoreo de Lurigancho-Chosica, seguida por La Oroya, en Junín, con 61. Otras regiones como La Libertad y Arequipa también enfrentaron niveles críticos, lo que confirma que la contaminación es un problema nacional y recurrente.


Más allá de los problemas respiratorios conocidos, un estudio reciente advierte sobre daños cerebrales que podrían causar estos contaminantes en la población.


Una ciudad atrapada por la contaminación

El estudio se realizó en Wasatch Front, una región del estado de Utah, en Estados Unidos, donde el aire suele estar muy contaminado, sobre todo en invierno. Allí, atrapados por la geografía, los contaminantes permanecen más tiempo en el aire. Los investigadores analizaron 70 pacientes hospitalizados por hemorragias cerebrales por aneurismas durante cinco años. Buscaron la relación entre estos casos y la contaminación ambiental.


Para ello, compararon las fechas de ingreso hospitalario con los niveles diarios de partículas finas (PM2.5) en el aire. Así identificaron patrones que podrían indicar un vínculo entre la contaminación y las hemorragias cerebrales. Fue un estudio retrospectivo que aporta nuevas luces sobre el impacto ambiental en la salud cerebral.


Aneurismas y aire contaminado


El estudio demostró que la exposición prolongada a altos niveles de contaminación del aire puede provocar la ruptura de aneurismas cerebrales. Estas rupturas causan hemorragias internas que afectan directamente al tejido cerebral, comprometiendo funciones vitales del cuerpo.


Según Robert Rennert, neurocirujano de la Universidad de Utah, este tipo de sangrado puede dejar secuelas severas como la discapacidad. El riesgo se agrava en personas que ya tienen aneurismas sin diagnosticar, pues el daño ocurre de forma repentina y puede causar la muerte.


Además, señaló que los contaminantes como el dióxido de nitrógeno o las partículas PM2.5 provocan inflamación general en el organismo. Esta inflamación debilita las paredes de los vasos sanguíneos, haciéndolos más vulnerables a romperse bajo presión.



Un daño silencioso que exige acción inmediata

Lo que más sorprendió de este estudio fue que estas hemorragias no ocurren justo después de respirar aire contaminado. Más bien, suelen pasar entre tres y seis meses después de los momentos en que el aire estuvo más sucio. Esto quiere decir que el daño se hace poco a poco y sin que uno lo note.

"encontramos que estos pacientes experimentaban tasas más altas de ruptura de aneurismas de tres a seis meses después de los picos en los niveles de contaminación del aire"., mencionó el experto.

Este tiempo que pasa hace más difícil ver la relación entre la contaminación y las hemorragias. Pero lo que sí está claro es que respirar aire sucio por mucho tiempo aumenta el riesgo. Por eso es tan importante que se tomen medidas para mejorar el aire que respiramos, ya que mejorar la calidad del aire es una tarea preventiva clave para cuidar la salud pública a largo plazo.



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