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Dormir ocho horas no siempre significa descansar: La verdadera fórmula del sueño, según un experto

  • Descubre cuáles son los secretos detrás de un buen sueño y cómo incorporarlos en tu rutina para dormir mejor.


Dormir ocho horas no siempre significa descansar: La verdadera fórmula del descanso, según un experto
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¿Cuál es el secreto para tener un sueño reparador?

Tal vez a muchos nos ha pasado que, pese a dormir varias horas, nos despertamos cansados. El insomnio, los despertares constantes o la dificultad para conciliar el sueño son experiencias comunes. Factores como el estrés, la tecnología y las rutinas desordenadas afectan la calidad del descanso, sobre la cual muchas veces ni siquiera somos conscientes de cómo influyen en nuestro sueño.


El doctor neerlandés Merijn van de Laar, científico y terapeuta del sueño, explicó en una entrevista con El Confidencial que su interés por el descanso nace de sus propios problemas de insomnio desde temprana edad. Su investigación lo llevó desde laboratorios hasta comunidades que mantienen hábitos ancestrales de sueño. Allí reveló que solo entre un 10 % y un 25 % de la población duerme ocho horas o más, siendo lo habitual descansar entre seis y ocho horas.


¿Descanso cronometrado o consciente?

La idea de que necesitamos ocho horas de sueño se popularizó durante la Revolución Industrial. Robert Owen, reformador social, planteó que un día ideal debía dividirse en tres bloques iguales: 8 horas de sueño, 8 de trabajo y 8 de tiempo de ocio, buscando proteger la salud de los trabajadores.

Sin embargo, "es importante atender a tus necesidades personales de sueño, ya que estas pueden variar mucho entre personas, igual que el número de zapato.", mencionó el especialista.

El experto añade que dormir ocho horas puede ser un objetivo ambicioso y no necesariamente más saludable; además señala que quienes descansan cinco horas y media presentan la misma tasa de mortalidad que quienes duermen ocho, y las enfermedades crónicas aparecen con igual frecuencia en ambos grupos, reafirmando la importancia de un sueño consciente y reparador.


¿Cómo un mal sueño arruina tu día?

Asimismo, el doctor Merijn explica que el sueño cumple varias funciones importantes para nuestro cuerpo y mente, y cada tipo tiene un papel específico. El sueño REM (Rapid Eye Movement), por ejemplo, ayuda a procesar nuestras emociones y experiencias del día. Si no dormimos bien esta fase, los recuerdos y sentimientos intensos pueden quedarse sin procesar, afectando nuestro estado emocional.

"Las experiencias impactantes durante el día se procesan mejor si tienes un buen sueño REM", señaló el experto.

Por otro lado, el sueño profundo es esencial para la recuperación física. Durante esta fase, el cuerpo repara tejidos, fortalece los músculos y refuerza el sistema inmunológico. Dormir bien ayuda a que el cuerpo se recupere completamente y funcione correctamente al día siguiente.


¿Qué factores pueden interrumpir nuestro SUEÑO?

Merijn, en su libro Cómo dormir como un cavernícola (VR, 2025), explica que existen diversos factores que pueden afectar la calidad de nuestro sueño y que muchas veces pasan desapercibidos. Algunos de estos hábitos, que aplicaban nuestros ancestros, incluyen:


  • Luz artificial: Puede alterar nuestro ritmo circadiano y reducir las diferencias naturales de sueño entre estaciones, como ocurre en tribus tradicionales.

  • Clima controlado: El aire acondicionado y la calefacción disminuyen las variaciones de temperatura, haciendo que en invierno solo durmamos unos minutos más que en verano.

  • Nutrición: Comer muchas grasas antes de dormir puede dificultar la digestión y afectar el descanso, mientras que una dieta rica en proteínas podría favorecer un sueño más reparador.

  • Ejercicio: Moverse libera adenosina en el cerebro, sustancia que ayuda a dormir mejor. El efecto del ejercicio es especialmente notable en adultos mayores.


¿Cuál es el secreto para tener un sueño reparador?

El especialista explica que el buen descanso no se trata de seguir pasos estrictos, sino de ser conscientes de lo que hacemos, y saber que es lo mejor para cada persona según los contextos, como lo hacen algunas tribus.

"Un miembro de la tribu Hadza en Tanzania permanece despierto durante 2 horas y media durante la noche. Si les preguntas durante el día si tienen problemas de sueño, casi nunca lo consideran así.", señaló.

La gran diferencia está en cómo manejan el tiempo despierto: ellos permanecen tranquilos durante la noche, mientras que quienes sufrimos insomnio nos sentimos inquietos e intranquilos, lo que dificulta realmente descansar. Ante esto, Merijn sugiere tener en cuenta dos ideas clave si queremos descansar mejor y de forma consciente:


  1. El buen sueño no viene en un frasco: Los suplementos que prometen mejorar el descanso no tienen evidencia sólida y, si existe algún efecto, suele ser mínimo. Sustancias como valeriana, magnesio u omega-3 no han demostrado ser realmente efectivas para mejorar el sueño de manera significativa.

  2. Los dispositivos no siempre ayudan: Los relojes inteligentes y medidores comerciales de sueño no son fiables para evaluar las fases del descanso. Muchas personas les dan demasiada importancia, especialmente quienes sufren insomnio. Se recomienda dejar estos dispositivos de lado, ya que pequeñas desviaciones negativas pueden generar ansiedad y afectar aún más el sueño y el bienestar.



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