¿Es buena idea ver videos en velocidad rápida? Esto es lo que pasa en tu cerebro
- Redacción Qhali
- hace 4 horas
- 3 Min. de lectura
Ver contenidos a velocidad acelerada puede parecer eficiente, pero afecta la comprensión y la memoria, y aún no se conoce su impacto a largo plazo en el cerebro.


Acelerar la velocidad de reproducción en videos, clases online, pódcast o audiolibros se ha convertido en una práctica común, especialmente entre jóvenes que buscan optimizar su tiempo. Pero, aunque parece una estrategia eficiente, ver contenidos más rápido puede tener consecuencias negativas para la memoria, la comprensión y la experiencia de aprendizaje, advierten expertos.
Una encuesta realizada a estudiantes de California reveló que el 89 % modificaba la velocidad de reproducción de sus clases virtuales. Y no solo los alumnos: en los medios y redes sociales, el hábito de consumir contenidos a "1.5x" o incluso "2x" se ha normalizado, tanto en contextos educativos como recreativos.
¿Por qué nos gusta acelerar los contenidos?
Las ventajas son claras: ver videos más rápido permite ahorrar tiempo, repasar temas, evitar distracciones y mantener la atención más enfocada. Algunos incluso lo ven como una forma de aumentar su productividad diaria. Pero cuando se trata de aprendizaje, no todo es ganancia.
El problema, explican los neurocientíficos del portal web The Conversation, está en cómo procesa el cerebro la información auditiva. Para que un contenido se fije en la memoria, el cerebro necesita pasar por tres fases: codificación, almacenamiento y recuperación. A mayor velocidad, menos tiempo tiene el cerebro para codificar adecuadamente lo que escucha, lo que reduce la calidad del aprendizaje.
El cerebro se satura cuando todo va muy rápido
Normalmente, las personas hablan a unas 150 palabras por minuto. Aunque el cerebro puede manejar velocidades de hasta 300 o incluso 450 palabras por minuto, la memoria de trabajo que actúa como un sistema temporal tiene límites.
Cuando entra demasiada información muy rápido, este sistema se satura y provoca una sobrecarga cognitiva, es decir, una pérdida parcial o total de la información procesada. Esto no solo afecta la comprensión inmediata, sino también la capacidad de recordar lo aprendido horas o días después.
¿Cuánto afecta ver videos en velocidad rápida?
Un metaanálisis que revisó 24 estudios sobre aprendizaje a través de videoconferencias comparó los efectos de diferentes velocidades de reproducción. Los resultados fueron claros: cuanto más se acelera un video, peor es el desempeño en las pruebas de comprensión y memoria.
Ver un video a 1.5x reduce ligeramente el rendimiento, pero a partir de 2x los efectos negativos se vuelven significativos. Por ejemplo, si un estudiante promedio sacaba 75 puntos en una evaluación, al ver el contenido a 2.5x, su puntuación podría bajar en promedio hasta 17 puntos.
Ver rápido afecta más a los mayores
La edad también influye. Uno de los estudios incluidos en el metaanálisis analizó el comportamiento de adultos entre los 61 y 94 años, y descubrió que son más sensibles a los efectos negativos de la velocidad rápida.
Incluso si están sanos, su capacidad de memoria se ve más afectada que la de los jóvenes entre 18 y 36 años. Por eso, para personas mayores, ver los contenidos a velocidad normal o incluso más lenta podría ser más beneficioso.
Lo que la ciencia todavía no aclara
Todavía hay varias preguntas sin respuesta. Por ejemplo, ¿puede entrenarse el cerebro para adaptarse mejor a estas velocidades? Tal vez los más jóvenes soportan mejor la carga cognitiva porque tienen más experiencia con la reproducción rápida. Pero hasta ahora, no existen pruebas claras de que ver contenido a alta velocidad fortalezca la mente a largo plazo.
Tampoco se sabe si esto genera más fatiga mental o afecta el bienestar cognitivo con el tiempo. Y aunque algunas personas no notan problemas de comprensión, sí reportan que la experiencia es menos placentera, lo que puede disminuir la motivación para aprender. Aprender rápido no siempre significa aprender bien.
Comments